jueves, 2 de julio de 2009

HISTORIA DE LA ENFERMERÍA EN PUERTO RICO (3)

La Presencia Americana
El cambio en la sociedad puertorriqueña a final del siglo XIX y principios del XX, van a suponer en la Carrera de Enfermería, cambios sustanciosos, entre ellos el progreso de la práctica y la educación. Esta transformación estaba matizada por las Leyes orgánicas que van a regular la vida política de la Isla, y sobre todo el cambio en los estudios de enfermería con el Sistema Nightingale y la formación en las escuelas preparatorias de enfermeras.

También es considerada la evolución de la salud pública, la enfermería visitante y la preparación de las prácticas de la carrera en los hospitales.
En 1897 en la “Carta Autonómica” ponía en claro que España seguía ejerciendo la soberanía sobre Cuba y Puerto Rico y su autoridad sobre los ejércitos de mar y tierra, la administración de la justicia y la dirección de los asuntos diplomáticos. El 19 de abril de 1898 estalló la guerra entre Estados Unidos y España. Ante el bombardeo americano que se produjo en San Juan, en la madrugada del 2 de mayo de 1898, el cronista de la época decía: al empezar el bombardeo, muchos habitantes, entre ellos ancianos, enfermos, cojos, ciegos y madres con sus niños, huían atormentados por el pánico. Esta guerra acabó con la soberanía española sobre la isla con el Tratado de Paris el 10 de diciembre de 1898.
Con la invasión norteamericana de la Isla, se cambia a un nuevo estilo de vida diferente, cambios en el idioma, sistema de gobierno, nuevas modalidades nutricionales y nuevas religiones. La mujer comienza a ocupar una posición de vanguardia en esta nueva sociedad. Con el gobierno militar, las enfermeras llegan a Puerto Rico y se reparten entre San Juan, Ponce y Mayagüez, sustituyendo así a las religiosas que cumplían hasta ese momento labores de enfermería. Pilar Cabrera tuvo el honor de ser la primera enfermera graduada, siendo Rosa A. González la que organizó la primera Sociedad de Enfermeras.
En 1900 el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley Foraker, creando el primer gobierno civil en Puerto Rico. Estos cambios cambiaron considerablemente en el desarrollo y la evolución de los servicios médicos hospitalarios, de sanidad y de enfermería de la época.

El gobernador de Puerto Rico Charles H. Allen (1900), en su informe al Presidente de los Estados Unidos le expresa lo siguiente: Los habitantes acaban de pasar por una de esa calamidades tan frecuentes de esa época, el huracán San Ciriaco, ocurrido en agosto el 8 de 1898, fue un desastre aniquilador, dejando tras sí desolación, pérdidas enormes de vidas y propiedades, miseria y hambre, alta tasa de morbilidad y mortalidad. Los hospitales, en la mayoría de los casos, son albergues para proteger al enfermo de las inclemencias del tiempo. El enfermo se encuentra obligado a traer su propia ropa de cama, sus alimentos y sus medicinas. Hay dos clases de hospitales: privados y municipales. Las condiciones sanitarias son desastrosas. No hay facilidades sanitarias ni recurso de salud. Usan los ríos y quebradas para lavar la ropa y como cloacas, contaminando el terreno y causando parásitos intestinales. Sólo las ciudades tienen acueductos, pero en tan malas condiciones que no garantizan el agua potable.

Las causas de muerte eran ignoradas pues muchas personas morían sin ser atendidas por un médico. La mortalidad por tuberculosis era casi igual a la causa por todas las otras enfermedades contagiosas juntas. Las enfermedades prevalecientes eran anemia, tifoidea, tuberculosis, causas nutricionales de los niños, tifus, disentería, fiebre puerperal, enteritis, parásitos intestinales, enfermedades endémicas como la malaria, bronconeumonía, bronquitis, pulmonía, tétano infantil, conjuntivitis y enfermedades venéreas.

En 1898 el Dr. Manuel Fernández Juncos inició las gestiones para crear un capítulo de la Cruz Roja Americana. La gente económicamente acomodada, rechazaba el ingreso en los hospitales. El hospital significaba para ellos un martirio, sufrimiento y muerte.
Como en épocas anteriores el cuidado al enfermo lo prestaban la madre y otros familiares, los vecinos con experiencia, las comadronas y las llamadas curiosas o curanderas.
Evolución de la Enfermería en Puerto Rico
El cuidado humanitario empezó a partir de 1863 por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y las Siervas de María, precursoras de la enfermería moderna en Puerto Rico. La enfermera evolucionó lentamente y tuvo que hacer frente a prejuicios y conflictos particularmente con la clase médica. Cuando el cuidado de la enfermería emerge, la nación americana pasaba por un período de expansión y desarrollo tecnológico y científico. Los descubrimientos científicos en los campos de la bacteriología, anestesia y patología hicieron que los hospitales en la Isla fueran mucho mejor.

Hijas de la Caridad Siervas de María
Se crea el Sistema Nihtingale Original. Describen a Florence como una persona distinguida que destacó en la época Victoriana. Enfermera inglesa, pionera de la enfermería moderna y heroína de la Guerra de Crimen. Notable reformista social y de salud. Nightingale destacó como administradora de hospitales, dietista, escritora, trabajadora social, educadora, investigadora y feminista cristiana. Su concepto filosófico sobre el cuidado del paciente consistía en que “el servicio que la enfermera ofrece a una vocación seglar, carrera digna, útil y responsable para mujeres que deseen ganarse la vida y ser autosuficientes”. Aunque no se oponía al servicio ofrecido por miembros de órdenes religiosas, decía que estos servicios, así como el adiestramiento de la enfermera, deberían ser dirigidos y supervisados por seglares como en las otras profesiones.
Su concepto filosófico sobre el adiestramiento de las enfermeras consistía en iniciar y dirigir escuelas preparatorias de enfermeras. Los estudiantes se adiestraban por un período de un año en cualquiera de las siguientes categorías: principiantes regulares para atender al enfermo en el hospital y principiantes especiales para ocupar puestos de dirección y liderazgo. Los principiantes regulares pertenecían a la clase media, de familias respetables, buena conducta moral y buena preparación elemental. Las principiantes especiales procedían de niveles de educación, cultura y sociedad más elevados.
La Escuela Nightingale era autónoma, independiente y separada del hospital. El curso de estudios consistía en la enseñanza de la teoría y de la práctica realizada por las “Hermanas” (nombre que se usaba para llamar a los estudiantes especiales que habían concluido su adiestramiento). Los médicos enseñaban el aspecto teórico relacionado con la enfermedad del paciente según el modelo médico. Las Hermanas encargadas del Hogar de las Alumnas, enseñaban los principios de una buena conducta moral y las supervisaban en sus actividades sociales. Al terminar el año de adiestramiento, el nombre y la dirección de las alumnas quedaban inscritos en un registro que llevaba la escuela preparatoria. Además, se les exigía que siguieran comunicándose con la escuela para los fines de consulta, progreso y posibles problemas futuros.

Puerto Rico, como posesión norteamericana recibe la influencia del Sistema Nightingale Modificado, donde se adiestran mujeres para trabajar como enfermeras. En las Escuelas Preparatorias para Enfermeras puertorriqueñas la práctica de enfermería se basaba en reglas, principios y tradiciones. Cuando consideraron que necesitaban para su trabajo más conocimientos y más destreza en sus prácticas, fue cuando exigieron que la preparación durase tres años. Es en 1902 cuando el Gobierno de Puerto Rico, por primera vez en su historia, asumió la responsabilidad de proporcionar al pueblo un servicio de enfermeras bien preparadas para atender al enfermo.
En otro de los informes encontrados sobre enfermeras decía: En la actualidad existe y seguirá existiendo la necesidad de instituciones para adiestrar enfermeras, porque sería imposible atender adecuadamente a los enfermos cuando se tiene que depender de mujeres sin adiestramiento y que lo hacen por instinto y amor. La Primera Escuela de Enfermeras ha sido fundada ya en San Juan. La instructora es una enfermera norteamericana, graduada en Boston. Ha tenido dificultades por la escasez de recursos hospitalarios para la práctica de las alumnas. Se ha logrado la cooperación del Hospital de Mujeres y Niños, para la práctica de las alumnas. El curso de estudios consta de tres horas de estudio diariamente, una hora para la enseñanza clínica sobre el cuidado y atención del enfermo y las otras dos horas las dedicaban a la observación y práctica en Medicina y Cirugía, en distintos hospitales de la capital. Cuando haya más enfermeras adiestradas se establecerán las Escuelas en Ponce y Mayagüez. Se le ofrecerá la oportunidad a jóvenes puertorriqueñas de buena salud física, interesadas en ganarse la vida y con ambición suficiente para lograr lo que se propone, el adiestramiento a una carrera honorable y poder prestar servicios imprescindibles al pueblo.

Hospital Presbiteriano y escuela de Enfermeras, construido en madera 1901 - 1903
La Segunda Escuela de Enfermeras fue adscrita al Hospital Presbiteriano, fundado por la Junta de Mujeres Misioneras de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos. Estuvo regida por la superintendente Sarah Burns y con la asistencia de la head nurse Emma Boger. En la primera clase asistieron cuatro alumnas.

La Tercera Escuela de Enfermeras fue la Escuela Insular de Enfermeras, autónoma, fundada en 1908. La secretaria de actas fue la enfermera Margarita D. Rivera. Esta escuela contrató a la distinguida líder de enfermeras continentales Amy E. Pope, para dirigir su escuela.

Fundación de la Asociación de Enfermeras Graduadas de Puerto Rico
Entre 1912 y 1914 un grupo de enfermeras graduadas, líderes en su campo de acción, ardientes en sus luchas y con el vigoroso empuje de una juventud entusiasta, sentaron las bases para organizarse en Asociación. Rosa A. González, socia y fundadora, no tardó en conquistar el respaldo y la buena voluntad de Petra Maldonado y Anita Ortiz. Posteriormente se incorporaron al grupo Pilar Cabrera, Margarita D. Rivera, Amelia Dávila, Francisca Salgado, Dolores Ramos, Guadalupe Ruiz, Rafaela García, Valentina Cruz, Isabel González, Consuelo Palerm, Catalina Barina, Juan B. Pérez, Lucía Bertín, M. Louise Beaty y muchas más.
Decía una crónica de la época: exactamente el 16 de febrero de 1916, se establece la “Association of Registered Nurses of Porto Rico”. Un grupo de mujeres valientes se reunieron en torno a una idea, un sueño, que la enfermería se convirtiese en una fuerza de progreso social, no sólo en sus propias sociedades, sino en todo el mundo. Sería una fuerza única de profesionales formados, de todas las sociedades de la tierra, dedicados al más fundamental de los derechos humanos, el derecho a la salud y al bienestar del individuo, familia y comunidad. Los acontecimientos políticos, sociales y de salud de la época aumentaron el espíritu de lucha de las enfermeras para asociarse y lograr conquistar el sitio que le correspondía en nuestro entorno social. Rosa A. González fue la pionera en este movimiento. Inspirada en las inmortales palabras: “Llegué, vi y vencí” y que adoptó como lema, hasta ver coronados sus esfuerzos. Esta noble líder decía que lo que daba origen para el establecimiento de la asociación era el fervoroso anhelo de elevar al profesional de enfermería al nivel que por derecho propio le corresponde en el conjunto de la profesión. Otra de las socias fundadoras Pilar Cabrera, quien fue la Primera Presidenta de la Asociación.
En la Primera Constitución y Reglamento de la “Association of Registered Nurses of Porto Rico” se establecieron los siguientes objetivos: Establecer y mantener un código de ética entre las enfermeras. Promover el progreso de la profesión de enfermería, Establecer una guía de enfermeras debidamente capacitadas. Obtener la aprobación de una ley que permitiera la inscripción legal de las enfermeras en la isla. Posteriormente se le llamó “Asociación de Enfermeras Graduadas de Puerto Rico”. En junio de 1973 se crea el Colegio de Profesionales de la Enfermería de Puerto Rico mediante la Ley 82. En el artículo 1 se dispuso que los profesionales de la enfermería autorizados por la Junta Examinadora de Enfermeras de Puerto Rico a ejercer como tales en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, pudieran constituirse como entidad jurídica o corporación casi pública bajo el nombre de Colegio de Profesionales de la Enfermería de Puerto Rico.
En 1984, Jesús F. Encarnación escribió el libro “Souvenir: nurses and nursing on postage stamps". En este libro se presenta un documento histórico y pictográfico de gran valor para los estudiosos de la filatelia y la historia de la enfermería. Ofrece fotografías y comentarios sobre una colección de sellos que han enviado a la enfermera y al enfermero a través de los años. En el libro se incluyen sellos de varias naciones, entre ellas: Nicaragua, Noruega, Francia, Japón y la Unión Soviética, entre otros.

Y para terminar con una poesía de Luis Lloréns Torres en 1918, que dice así:
Manos de Amor
Benditas sean tus manos de color canela,
que en mí se posan suaves como rozando un arpa;
que parece que vuelan y no vuelan;
que parece que palpan y no palpan.

Benditas sean tus manos sedativas,
tan sabias y tan nenas.
Manos de Norsa, hechas para endulzar heridas;
manos hechas de salvia y hierbabuena.

Y bendita seas toda, si es verdad que me amas,
y ya que en mí has logrado encender nuevas llamas
sobre tizones de dolor.

Sé tú mi norsa compasiva.,
y esas tus manos sedativas
ponlas como una venda sobre mi corazón.

Agradecimiento Especial al Enfermero
Jesús F. Encarnación
. Catedrático. Profesor de Enfermería. Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez.

Fotos: Las fotos están escaneadas de los libros de Historia de la Enfermería en Puerto Rico y de Internet.

Muchas gracias.
Un abrazo para todos
*Manuel Solórzano Sánchez; **Jesús Rubio Pilarte y ***Raúl Expósito González
* Enfermero Hospital Donostia. Osakidetza /SVS
** Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
*** Enfermero Servicio de Medicina Interna del Hospital General de Ciudad Real
masolorzano@telefonica.net
jrubiop20@enfermundi.comraexgon@hotmail.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...


Unknown dijo...

Lucía Bertín se caso con Sisino Villafañe Torres,tuvieron dos hijos Urania y Sisinio Jr. Que aún vive,tiene 93 años romanos 94 y 7 meses naturales.