domingo, 26 de febrero de 2012

XV CONGRESO DE LA SOCIEDAD ANDALUZA DE ENFERMERÍA OFTALMOLÓGICA

Celebrado en el Hotel Macia Real de la Alhambra, los días 19, 20 y 21 de Enero de 2012 en Granada, reconocido de interés científico sanitario y de interés docente sanitario por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Habiendo participado profesionales de Andalucía y de otras autonomías.


El Comité organizador con su presidenta al frente María Jesús Andrés Factor, secretaria Concepción García Carrera, vocales: Manuel Rejano Castañeda por Córdoba, Carmen Fernández Garrido por Sevilla y Catalina Barrera Campanario y Mª Ángeles Gallardo Blanco por Algeciras. Gracias por su buena organización.



FOTO 001 Catalina Barrera, María Jesús Andrés, Mari Ángeles Gallardo y arriba Concha García




El jueves comenzó el Congreso con la ponencia “Gestión del conocimiento en Cuidados de Salud: Recursos para la Enfermería Oftalmológica en Ciberidex” expresada por el Profesor y Presidente de la Fundación Index Manuel Amezcua Martínez. La charla magistral impartida por Manuel versó sobre ¿Cuánto producen las enfermeras oftalmológicas en España? ¿Sobre qué investigan? ¿Dónde puedo publicar mis trabajos? ¿Dónde puedo obtener la información científica que necesito?. Le dio importancia vital a la realización de trabajos enfermeros, y sobre todo su publicación para que los compañeros sepan lo que se está produciendo en España. La enfermería oftalmológica tiene una producción escasa, por debajo de la media de otras especialidades, aunque posee una fabulosa herramienta de trabajo que es la Revista de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica SEEOF (ya publicados siete números). Recalcó la importancia de fortalecer las estructuras enfermeras generadoras de conocimiento, ya que investigando se transforma y se estimula el pensamiento crítico. Terminando diciendo que el conocimiento es la alternativa más razonable. La gestión del conocimiento acerca la ciencia a la práctica de los cuidados desalud haciendo accesible el conocimiento que emana de la investigación de calidad. Gracias Manuel por esta admirable exposición.



Le siguió el I Taller: Patrocinado por Bausch & Lomb, “Nueva tecnología de Bausch & Lomb en lentes intraoculares”, la impartió Marta Leal Espí. Decía que ellos ayudan a ver mejor, para vivir mejor. Son una empresa dedicada a proteger y mejorar el don de la vista a millones de personas en todo el mundo, desde el momento del nacimiento a través de cada fase de la vida, Ofreciendo una gama amplia y mejorando sus productos para la salud de los ojos, incluyendo lentes de contacto y productos de cuidado de las lentes, productos farmacéuticos oculares, lentes intraoculares y otros productos de la cirugía ocular. En sus conclusiones decía que el nuevo Stellaris PC es una plataforma quirúrgica completa, con unos resultados excelentes que hace la cirugía de Faco y Vitreoretina más segura, menos invasiva, más sencilla y más rápida.








FOTO 002 Jesús González Samaniego

Después de un café, le siguió el II Taller: Patrocinado por Alcon, “Faco 2012: ¿Te lo vas a perder?”, lo impartió Ernesto Pelayo. Habló del Láser de Femtosegundo que es un haz de luz cargada con mucha energía y que podemos focalizar en un punto. También habló de los beneficios que produce la tecnología. El LenSx proporciona la precisión del láser de femtosegundo a la cirugía refractiva de la catarata: Automatiza algunos de los aspectos más complejos de la cirugía de catarata tradicional. Proporciona un procedimiento preciso y guiado por imagen que permite realizar capsulotomías, fragmentación del cristalino y todas las incisiones corneales. Y también habló sobre los beneficios de AutoSert, que dan una mayor precisión y control en la implantación de la LIO. La inserción de la LIO con una mano, libera la otra para mejorar la estabilidad del globo ocular durante esta fase de la cirugía. La inserción automática permite implantaciones de LIO más controladas y seguras.




Para terminar la jornada se dio la ponencia “La alimentación y la conquista de los sentidos: “Visión” estimulante de una gastronomía”. La impartió el profesor técnico de Arte Culinario Jesús González Samaniego. Además de realizar una magnífica presentación con sus excelentes platos preparados, realizó una exhibición de los sentidos con la alimentación, los elementos esenciales que tiene que tener un plato bien preparado para realzar la visión, realizar y explicar su práctica diaria en este campo tan importante para la visión como es una buena presentación; las texturas, los colores y las mezclas estimulan la vista y el sabor para una buena alimentación, concluyendo que los alimentos, los minerales, las vitaminas son esenciales para la vista y una magnífica gastronomía ayuda a ello. Además les dio a probar diferentes platos realizados por él.




El viernes se empezó con la comunicación “Caso Clínico del Paciente intervenido de cataratas en CMA” impartido por Guillermina Moles Martín. Empezó dando unas recomendaciones sobre el lavado de manos antes de la cura, lavado del ojo con suero fisiológico frío, aplicación de colirios, poner el protector ocular para dormir, no realizar movimientos bruscos con la cabeza, evitar ambientes muy cargados, procurar no toser – estornudar fuerte, usar gafas de sol. Realizar una vida casi normal como es pasear, ver la tele, leer, etc. Si apareciese en la zona dolor tomar algún analgésico (no acetilsalicílico).



Le siguió la comunicación “Cirugía refractiva: Alternativa allasik” impartida por Sonia Rodríguez Fernández y Judith Montemayor. La cirugía refractiva se utiliza para la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. En sus conclusiones decían que existen otras alternativas al Lasik, realizando cirugías electivas en ojos sanos. Los pacientes jóvenes presentan mayor grado de ansiedad, demandan y exigen más información, necesitan mayor soporte y apoyo emocional por parte de Enfermería.





Le siguió la comunicación “Modificaciones a la lista de verificación quirúrgica en quirófano de Oftalmología” impartida por Francisco Cuevas. ¿Quién no ha cometido un error en su vida profesional?. Poniendo como ejemplo la teoría del queso Gruyere de Reames Reason, que nos dice que un accidente es: un cúmulo de circunstancias que se producen y desembocan en un accidente. No podemos cambiar al profesional pero si podemos cambiar las condiciones dónde los profesionales trabajan. Todo ello les llevó a realizar una lista de verificación quirúrgica modificada teniendo en cuenta: antes de la administración de la anestesia, antes de la incisión en la piel y antes de que el paciente abandone el quirófano. Antes de incurrir en un error es preferible, no hacerlo.



Le siguió la comunicación “Trombosis vasculares venosas retinianas en Oftalmología” impartida por Arantxa Melgosa Sainz y trabajada con sus compañeras Eukene Olea, Begoña Azcunaga, Paula Blasco y Nagore Urrestarazu, del Hospital Basurto de Bilbao. En sus conclusiones de las trombosis retinianas nos contaba que la perdida de agudeza visual por oclusiones vasculares es un importante problema de salud en mayores de 60 años. El tratamiento clásico del edema macular ha sido la fotocoagulación con láser con buenos resultados. Y la aparición en los dos últimos años de los nuevos tratamientos como el antiVEGF ha sido una revolución; con resultados esperanzadores. Como siempre excelente su exposición.




FOTO 003


Le siguió la Ponencia “Historia de la Oftalmología y Cuidados de Enfermería”, impartida por el Profesor Juan Ignacio Valle Racero. Nos contaba que es posible que la oftalmología fuera una de las primeras disciplinas, cuando todavía no se podía diferenciar entre brujería, medicina o religión. La catarata es la patología princeps en la que se utilizaba el couching o desplazamiento de la catarata sin extracción de la misma, sólo desprenderla y desplazarla de su posición habitual. Ya aparecían en el Código de Hammurabi (1800 a.C.), algunas afectaciones oculares y sus tratamientos. También en el Papiro de Ebers (1300 a.C.) hay una amplia descripción de enfermedades de los ojos. La arena del desierto afectaba muchísimo a los ojos: cataratas y tracomas. En el siglo X, el “Libro de la generación del feto y el tratamiento de las mujeres embarazadas y los recién nacidos” del médico cordobés Arib Ibn Said, en su capítulo XII, habla sobre “el estrabismo que afecta a los niños” habla del estrabismo por declinación de la pupila o bien el ocasionado en el vientre de su madre y dice así: “Se nivelará la posición de la cabeza del niño en la cuna y se el colocará enfrente una lámpara durante la noche. Si la desviación es hacia el lado derecho se le colocará a la izquierda y si es para el lado izquierdo en el lado contrario. Tómese un trozo de tela rojo cuando la desviación de la pupila es para un lado, se colocará en el otro para que mire hacia allí”. En el siglo XVI ya existían los barberos-cirujanos que realizaban las actividades quirúrgicas menores, entre ellas las operaciones de cataratas (“Batidores de cataratas”), curas de orzuelos y actúan como oculistas. Poco tiempo es para una conferencia magistral expresada por un experto en la materia. Magnífica en su exposición y expresada con multitud de libros y referencias desde 1630. Muchas gracias por tan magnífica exposición y tan amena.


FOTO 004 María Jesús Andrés, Catalina Barrera, Concha García y Carmen Fernández



Después de un merecido descanso le siguió Mª Isabel Serrano Carrillo y Carmen Mª Arcos García que presentaron el póster “Cuidados de Enfermería en Pacientes intervenidos de cataratas”. En sus conclusiones nos decían que la utilización de planes de cuidados estandarizados de enfermería permite unificar criterios para el cuidado tras la intervención de cataratas. Muchas veces resulta necesario personalizar algunos detalles del plan de cuidados ya que cada persona tiene sus peculiaridades y asegura el tratamiento y el seguimiento del paciente tras la intervención.

A continuación le siguió la comunicación “Riesgo de lesión perioperatoria” impartida por Mª Dolores González Pérez. Nos decía que para evitar los riesgos es conveniente recordar un grupo de recomendaciones como son: identificación de los pacientes, control de las infecciones, evitar las órdenes verbales, administrar bien la medicación, prevenir las caídas y las lesiones que se producen y la comunicación de los profesionales sobre el traspaso de los pacientes. La enfermera de quirófano prevendrá los efectos adversos, identificará los riesgos y realizará actuaciones sanitarias seguras, para proporcionar apoyo, tranquilidad y seguridad.


Le siguió la comunicación “Elaboración de una guía de enfermería para los pacientes sometidos a braquiterapia oftalmológica por yodo 125 y sus cuidadores principales. Resultados preliminares” impartido por Mª Teresa Costazar Puerto. En sus conclusiones nos contaba que esta iniciativa ha surgido por la demanda de información planteada tanto por usuarios como por los profesionales implicados sobre todo en la atención postquirúrgica, acerca del cuidado y las precauciones a tomar con los pacientes sometidos a braquiterapia oftálmica. Destacar que es un proyecto multidisciplinar al igual que lo es la atención del paciente. Partimos de la base que la implementación de un protocolo de actuación con estos pacientes, favorecerá la buena praxis profesional y mejorará la calidad de la atención a los pacientes. Una buena información, mediante el folleto informativo, aumentará la confianza del paciente y cuidador, favoreciendo la adhesión al régimen terapéutico y a la recuperación.




Le siguió la Ponencia “La Visión Homeopática” impartida por Carmen Fernández Garrido. Que hablaba sobre la patología del Ojo Seco y el importante papel que juega la enfermería en esta patología, hay que explicar al paciente que no se trata de un placebo y que el llorar no significa que el ojo no necesite lágrimas artificiales. Estos pacientes, suelen mostrar cierto grado de ansiedad, debido principalmente al carácter crónico y casi constante de las molestias oculares y a la escasa respuesta frente a los múltiples tratamientos que han recibido. Las manifestaciones clínicas son generalmente bilaterales e inicialmente, intermitentes. Con el tiempo y a medida que se acentúa la sequedad ocular, éstas molestias aumentan de intensidad y pierden su intermitencia para hacerse constantes.



La siguiente comunicación “El diagnóstico enfermero como metodología científica” impartida por Arcadia Romero Padilla, Mª Luisa Ríos Rodríguez y Rosario Rodríguez Calvo. En sus conclusiones nos decían que el uso sistemático, de los diagnósticos de enfermería (NANDA, el NIC y el NOC), proporcionan la mejor oportunidad de responder a las preguntas sobre seguridad y el coste/efectividad de la práctica enfermera en el sistema sanitario. Dado que los cuidados enfermeros representan la mayoría de las horas de la atención proporcionada en todos los ámbitos, deberíamos tener sistemas informatizados capaces de evaluar la calidad de los cuidados. En la actualidad con el Grado, se nombra la asignatura: Proceso de Enfermería y Cuidados Básicos.


Le siguió la comunicación “Análisis de la imagen de la enfermería percibida por el usuario del área quirúrgica” impartida por Mª del Prado Gómez Martín y acompañada por Concepción García Carrera, José Ávila Pinto, Carmen Fernández Garrido, Mª Gracia Gallardo Abril y Mª Luisa Domínguez Garrido. En su trabajo obtuvieron estos resultados: Los usuarios nos perciben mayoritariamente como ayudantes del médico con pocas funciones propias. El 52 % de los encuestados desconocen las funciones de la enfermería en quirófano. El 47 % que si las conoce las reduce a asistencia al médico e in strumentación. En un 79 % les merece más confianza la información médica que la de enfermería y a pesar de considerarnos muy bien preparados académicamente, solo están totalmente satisfechos con la cobertura de sus necesidades en un 45 %. Y como reflexión se hacían esta pregunta: ¿Hasta que punto siguen influyendo en esa proyección los estereotipos tradicionalmente adjudicados a la profesión enfermera?


Le siguió la comunicación “Seguridad del paciente” impartida por Manuela Izquierdo Bueno y ayudada en su trabajo por Josefa Barranco Linares; Inmaculada Díaz; Francisca Fernández Castillo, Juana Aida Luzón Léyva e Isabel Ruiz Ruiz. Nos contaban cómo debían ser las buenas prácticas y la prevención de infecciones, realizando talleres sobre la importancia de la higiene de las manos y el uso adecuado de la solución alcohólica. Educación sanitaria de los cuidados oculares tanto al paciente, como al cuidador y su familia. Dar la hoja de recomendaciones de los cuidados oculares después de la cirugía. Manejo adecuado y uso racional de los tratamientos de los colirios y de las pomadas oculares.


Y para terminar la jornada le siguió la comunicación “Atención de Enfermería en la cirugía de Dacriorrinocistectomía transcanalicular” impartida por la Doctora Concepción Díaz Ruiz. En sus conclusiones nos contaba que las técnicas nuevas exigen aprendizaje, coordinación y evaluación de los procesos. El estudio del dolor con la escala EVA en los pacientes intervenidos de DCR-T con anestesia local, muestra un grado de tolerancia superior al 80%, por ello es nuestra técnica de elección en los pacientes diagnosticados de OVL. El cuidado integral del paciente es clave en el grado de satisfacción en esta cirugía.

FOTO 005 Erika Madrigal, Félix Alañon, Miguel Ángel Alañon



El sábado comenzó la jornada con la Mesa Redonda “Obstrucción lagrimal. Tratamiento interdisciplinar”, hablaron Erika Madrigal Lechuga sobre “Cuidados desde el punto de vista de Enfermería”. El doctor Miguel Ángel Alañon Fernández sobre el "Abordaje desde el punto de vista de Otorrinolaringología”, y el doctor Félix J. Alañon Fernández sobre el “Tratamiento desde el punto de vista de Oftalmología”. Nos contaron las pautas a seguir y las diferentes formas de abordar los problemas que se presentaban, así como el material a utilizar. Fueron expuestas por medio de audiovisuales donde se veían perfectamente como operaban ellos en la Clínica Oftalmológica. Nos hablaron de las ventajas y desventajas. También nos explicaron porqué en el postoperatorio el régimen que seguían era darles suero previo a la inhalación de corticoides, limpia y previene la formación de costras. Nosotros intervenimos a pacientes de todas las ciudades de España y hemos observado que por ejemplo los pacientes que viven cerca del mar, están mejor que los de nuestra ciudad Jaén, que es de interior o secano, tienen menos secreción mucosa y costras que a la larga son sinequias y esto es por la humedad ambiental por esto ponemos el suero. No creemos que el tratamiento sistémico esté justificado en todos los casos salvo si observamos la existencia de abundante material purulento (antibióticos) o cirugías prolongadas con exceso de energía y manipulación (antiinflamatorios).



Se pasó a la exposición de los paneles y sus defensas: el primero versó sobre los “Cuidados de Enfermería protocolizados en la Unidad de Hospitalización durante la pre y postquirúrgica de pacientes intervenidos de cataratas” lo defendió Álvaro Soto Augusto. En sus conclusiones nos decía que ejercer los cuidados de enfermería de forma protocolizada es la garantía de la calidad, asegurando que los cuidados requeridos por los pacientes se correspondan con los administrados por los profesionales, además permiten anticiparse a las necesidades potenciales y detectar respuestas humanas, dando origen a los diagnósticos de enfermería.


El segundo “Pacientes intervenidos de cataratas en CMA” lo defendió Guillermina Moles Martín. En sus conclusiones decía que con la información y asesoramiento sobre el procedimiento terapéutico el paciente autocontrola el nivel de ansiedad previo y posterior al proceso quirúrgico, reconoce los factores de riesgo de infección y consigue una mejora en su autocuidado.

El tercero “Pádel, ¿Deporte de Riesgo?” defendido por Catalina Barrera Campanario. En sus conclusiones nos contaba que en algunos casos, el pádel puede ocasionar daños oculares irreversibles. La inexperiencia y falta de entrenamiento del jugador, incrementa el riesgo de lesiones. El uso de lentes protectoras podría disminuir la incidencia de patología ocular y fomentar la prevención en la práctica deportiva es también nuestra responsabilidad.


El cuarto “La Presbicia no es un problema de longitud de brazos” defendido por Carlos Carleos Flores. Decía que podemos visualizar que los datos que nos arrojan, que cerca del 85 % de nuestros pacientes han obtenidos resultados muy altos tanto en agudeza visual lejana (avl desde 1 a 0,8) como agudeza visual próxima (avp desde 20/20 a 20/30) tras la cirugía. Así, como el grado de satisfacción de los mismos que se acercan mucho a dichos valores.

El quinto “Anestesia locorregional en el quirófano de Oftalmología” defendido por Mª José Fernández Valero. En su conclusión destaca una vez más la importancia de la valoración preoperatoria del paciente para este tipo de anestesia, ya que de ahí dependerá en gran medida el éxito de la cirugía así como la minimización de complicaciones posquirúrgicas. La enfermera de quirófano debe tener las competencias para aplicar cuidados de calidad a los pacientes a lo largo de todo su recorrido por el proceso quirúrgico.

El último, “Protocolo de emulsión de lípidos para el tratamiento de la toxicidad por anestésicos locales” lo defendió Mª José Fernández Valero. En sus conclusiones nos decía que la prevención de la toxicidad sistémica por anestésicos locales es lo más importante, así como el desarrollo meticuloso de bloqueos regionales anestésicos. La terapia con lípidos al 20% es altamente recomendada, simultáneamente con la reanimación cardio pulmonar como primera línea de acción. La emulsión de lípidos se presenta como un antídoto crucial en el tratamiento de la toxicidad sistémica por anestésicos locales.


FOTO 006 Manuel Amezcua y María Jesús Andrés. Juan Ignacio Valle. Carmen , María Jesús y Javier. La enfermería de Sevilla con María Jesús Andrés y Arantxa Melgosa

La última comunicación la impartió Enrique Cosme PereiraEl Gran Kike”, versó su intervención sobre “Colicaht: Otra forma de administrar colirios”. Enrique nos explicó los problemas que hay en el día a día en la administración de colirios. Es una nueva idea para administrar los colirios de forma más eficiente y segura ya que se evita el contacto directo con las pestañas y se desperdicia mucho menos colirio. Se consigue un mayor control a la hora de administrar las gotas, mayor higiene y mayor comodidad para el personal de enfermería. Como siempre Enrique nos enseña a innovar y a mejorar para realizar nuestro trabajo en mejores condiciones.


Y para terminar la Conferencia de Clausura impartida por el Profesor Doctor Santiago Lago Aranda, versó sobre “¿Las Lágrimas son agua y van al mar?”. Espectacular. Diferente y preciosa. Contaba que la poesía es la expresión del sufrimiento, y la Enfermería es el alivio del sufrimiento, y en el sufrimiento están las lágrimas. En las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer escribía: ¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer, cuando el amor se olvida ¿sabes tú adónde va? (XXXVIII). Asomaba a sus ojos una lágrima, y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquel día? Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo? (XXX). En las soluciones avanzadas, citaba a Proust: ¡Lloremos más!: no seamos tan germánicos. Terminando diciendo que una solución al estancamiento económico sería ¡Más poesía y más Enfermería!


Se han otorgado los siguientes premios:
Premio a la mejor comunicación Científica patrocinada por ALCON, que ha recaído en la enfermera María del Prado Gómez Martín del Hospital Virgen Macarena de Sevilla por su trabajo “Análisis de la imagen de la enfermería percibida por el usuario del área quirúrgica”.


Premio a la mejor comunicación Quirúrgica patrocinada por El Consejo Andaluz de Enfermería y el Ilustrísimo Colegio de Enfermería de Granada, que ha recaído en el enfermero Enrique Cosme Pereira de las Clínicas Oculsur de Cádiz del Grupo INNOVA-OCULAR por su trabajo “Colicaht: Otra forma de administrar colirios”.

Premio al mejor Póster o Panel patrocinado por Bausch & Lomb, a la enfermera Catalina Barrera Campanario, por su trabajo “Pádel, ¿Deporte de Riesgo?”.


Premio a la mejor Fotografía patrocinada por AJL, a la enfermera María Jesús Andrés Factor, por su trabajo “La Ciencia también llega…”. Sus bellas fotos atraviesan desde el continente africano hasta Algeciras.

FOTO 7 Catalina Barrera, Enrique Cosme, Concha Garcia (que recoge el premio de María del Prado Gómez Marín) y María Jesús Andrés


Para finalizar queremos agradecer a Juan Antonio Martín Cárdenas por su apoyo a la Presidenta del Congreso, a Begoña Azcunaga que no ha podido acompañar a su compañera Arantxa Melgosa al congreso, siendo una enfermera asidua desde sus comienzos por problemas familiares, desde aquí un abrazo y esperamos verla el año que viene, a Jesús Terrones por ser otro asiduo a todos los eventos enfermeros que se organizan y siempre es bienvenido; aunque prefiere los gastronómicos.

Agradecimientos a todos los profesionales que han asistido ha este Congreso y en especial a la colaboración de Colegio de Enfermería de Granada, al Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería, a las enfermeras y supervisora Arcadia Romero del Hospital Provincial San Cecilio de Granada. Al Profesor Manuel Amezcua Presidente de la Fundación Index de Enfermería, al Profesor Juan Ignacio Valle Racero, a los hermanos Miguel Ángel y Félix J. Alañon Fernández, a su enfermera Erika Madrigal. A Jesús González Samaniego fabuloso cocinero que cambió los fogones por departir con más de 150 enfermeras sus experiencias culinarias. Al Profesor Doctor Santiago Lago Aranda, por sus expresivas lágrimas y apoyo a la enfermería. A Marta Leal Espi de Bausch & Lomb; a Jorge Barranco de Alcon; y a Medical Mix que regaló 5 libros del único ejemplar que hay en el mundo del “Tratado de Enfermería Oftalmológica” realizado por la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica SEEOF.

También queremos agradecer a Carmen la azafata que nos tuvo que aguantar y a Javier técnico de sonido, que gracias a los dos funcionó todo perfectamente. A la secretaría técnica y científica Surevents. A la Sociedad Andaluza de Oftalmología y a todos los patrocinadores: Bausch & Lomb; Alcon; Novartis; Topcon; MSD; Abbott Promise; Pfizer; Thea; Medical Mix; Abbott Medical Optics; Zeiss; Croma; Bloss Group; Allergan; Imex; Angelini; AJL, s.a.; BrudyLab. Gracias a todos.


FOTO008 Fotografías y Fotografía Premiada. Entregando premios

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Universitario Donostia
San Sebastián
Insignia de Oro de la SEEOF
masolorzano@telefonica.net

domingo, 19 de febrero de 2012

DEL ARTE DEL CURAR EN LOS TIEMPOS DE DON QUIJOTE












Vamos a departir sobre el final del Renacimiento y la entrada en el Barroco donde aparece nuestro imaginario hombre Don Quijote de la Mancha. La destilación del texto del Quijote para la obtención de información sobre remedios y prácticas terapéuticas ofrece resultados interesantes, revelando una medicina predominantemente popular y casera: una medicina económica en la que poco papel juegan los médicos y boticarios. Un aspecto sin duda, condicionado por los escenarios de la novela y por la propia trama argumental, donde se reparten muchos golpes y heridas, y donde se aplican ungüentos y bálsamos sin pasar por el médico ni por la botica.

El Quijote ofrece una visión muy parcial e incompleta de la medicina de la época, contrastando con el corpus medicinal de nuestra época.
FOTO 001 El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha y la portada del libro

Pero la lectura del Quijote ofrece mucho más. No fue porque sí que el gran médico inglés Thomas Sydenham (1624 – 1689), el “Hipócrates inglés”, recomendaba a Richard Blackmore la lectura del Quijote para aprender medicina. No era para aprender sobre las hilas, melecinas, bizmas, ungüentos, etc., que se aplican los personajes del Quijote, sino por los consejos y observaciones sobre la salud y la enfermedad que encierra, basados en el sentido común y en la experiencia directa y práctica (en lo que hoy se conoce como medicina y enfermería de la evidencia); en contraposición a las grandes elucubraciones teóricas y doctrinales de aquel entonces.

Del arte del curar en los tiempos de Don Quijote es una clara propuesta de aproximación a los aspectos sociales, médicos, higiénicos, dietéticos y sanitarios de comienzos del siglo XVII, llevada de la mano de Don Quijote y con la mirada puesta en él; es decir para todos los que estén interesados en su lectura. No es un tratado de Historia de la Medicina, de la Ciencia o de la Literatura.

La obra es un recorrido que empieza por el contexto social y político de la época, que prosigue por las bases doctrinales de la medicina y de la enfermería, que se detiene en las necesidades básicas humanas (Virginia Henderson **), que permite observar a los profesionales de la sanidad, que aproxima a la terapéutica del momento y que presenta la melancolía como temperamento para comprender a un Quijote que, finalmente, es sentado en el diván de la psiquiatría moderna.
FOTO 002 Thomas Sydenham y Richard Blackmore

Los elementos más importantes de la Teoría de Virginia Henderson son:
La enfermera asiste a los pacientes en las actividades esenciales para mantener la salud, recuperarse de la enfermedad, o alcanzar la muerte en paz.

Introduce y/o desarrolla el criterio de independencia del paciente en la valoración de la salud. Identifica 14 necesidades humanas básicas que componen “los cuidados enfermeros”, esferas en las que se desarrollan los cuidados.

Se observa una similitud entre las necesidades y la escala de necesidades de Maslow, las 7 necesidades primeras están relacionadas con la Fisiología, de la 8ª a la 9ª relacionadas con la seguridad, la 10ª relacionada con la propia estima, la 11ª relacionada con la pertenencia y desde la 12ª a la 14ª relacionadas con la auto-actualización.

Las necesidades humanas básicas según Henderson, son:
01º .- Respirar con normalidad
02º .- Comer y beber adecuadamente
03º .- Eliminar los desechos del organismo
04º .- Movimiento y mantenimiento de una postura adecuada
05º .- Descansar y dormir
06º .- Seleccionar vestimenta adecuada
07º .- Mantener la temperatura corporal
08º .- Mantener la higiene corporal
09º .- Evitar los peligros del entorno
10º .- Comunicarse con otros , expresar emociones , necesidades , miedos u opiniones
11º .- Ejercer culto a Dios, acorde con la religión
12º .- Trabajar de forma que permita sentirse realizado
13º .- Participar en todas las formas de recreación y ocio
14º .- Estudiar , descubrir o satisfacer la curiosidad que conduce a un desarrollo normal de la salud
FOTO 003 Virginia Henderson y enfermeras relevantes

Un poco de Historia
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. En el cristianismo occidental esta simple definición de la naturaleza humana se convirtió en la medida de todas las cosas. En el siglo XII, Otón de Freising y Hugo de San Víctor describieron a la Iglesia como sociedad perfecta, un cuerpo cuya cabeza era Cristo, vivificada por un solo espíritu y unida por la fe: “Eclesia sancta corpus est Christi, uno spiritu vivificata, et unita FIDE una, et sanctificata”.

El cuerpo, medida de todas las cosas
Sobre este principio se construyó la teocracia pontificia, donde el Papa, como vicario de Cristo, encarnaba la cabeza que regulaba y coordinaba los órganos de la Iglesia constituidos por los fieles. La imagen de la Iglesia como cuerpo místico significa que como cuerpo universal nunca muere, y es eterna, pues su cabeza “Cristo” también lo es y su vicario mantiene la continuidad visible de la misma. Esta representación de la Iglesia como sociedad perfecta se trasladó a la sociedad política: el Corpus Mysticum tenía su correspondencia en el Corpus Politicum.

Alfonso X el Sabio, en las Siete partidas, escribía…
el rey es cabeza del reino, pues así como de la cabeza nacen los sentidos por los que se mandan todos los miembros del cuerpo, bien así por el mandamiento que nace del rey, y que es señor cabeza de todos los del reino, se deben mandar y guiar y haber un acuerdo con él para obedecerle, y amparar y guardar y enderezar el reino de donde él es el alma y cabeza y ellos los miembros” (partida 2ª, ley 5ª).

Los juristas y teólogos medievales consideraban que la concentración de poder era algo tan monstruoso como un organismo reducido a la sola cabeza.
FOTO 004 Portada de los Emblemata centum regio politica (Madrid, D. García Morras, 1653) de Juan de Solórzano (1575-1655) y Grabado de Roberto Cordier

La ruptura de la imagen del cuerpo
En 1553 Miguel Server expuso su teoría de la circulación de la sangre. Pretendía cuestionar profundamente la concepción del cuerpo y, con ella, el orden político y social imperante. Esto produjo una rara unanimidad en plena contienda religiosa. Perseguido por las autoridades católicas, fue condenado a muerte y ejecutado en la calvinista Ginebra.

Asimismo en 1628 William Harvey expuso su teoría con una finalidad parecida; con ella se justificaron las reformas absolutistas que los Estuardo introdujeron en Inglaterra. Su investigación confirmaba que la naturaleza humana estaba regida desde un solo órgano, el corazón, el rey del cuerpo: “ cual príncipe en sus dominios en cuyas manos descansa la más alta y principal autoridad, gobierna sobre todo”. Así, debía de revisarse la legitimidad del poder conferido al parlamento y socavaba los fundamentos del constitucionalismo británico.
FOTO 005 Oficio de rey, oficio de cabeza. Emblema de Juan de Solórzano (Emblemas regio políticos, Madrid 1653). El rey es como la cabeza del cuerpo: coordina la acción de los miembros, posee el entendimiento y es el miembro más eminente de la república; pero no es la república.

DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Don Quijote recordaba a Sancho Panza el aforismo latino: “Cuando la cabeza duele, todos los miembros duelen; y así, siendo yo tu amo y señor, soy tu cabeza, y tú mi parte, pues eres mi criado; y, por esta razón, el mal que a mi me toca, a ti te ha de doler, y a mí el tuyo” (Cap. 2, II).

Amo y escudero formaban una sociedad en este breve pasaje, y nos topamos con un indisimulado sarcasmo respecto a las doctrinas corporativas de la sociedad, y se traía a colación la inveterada costumbre de legitimar todo orden por su semejanza con la naturaleza.

Jerónimo de Merota nos decía que cada órgano, como en el cuerpo humano, tenía su propia función officium. Además cada uno era un microcosmos en sí mismo, cada gremio, orden religiosa, cofradía, diócesis, ciudad, reino, universidad, etc. El regimiento de la ciudad debía de seguir la máxima de Platón “civitas bene Instituta similis est fabrica corporis humani: la ciudad bien puesta e instituida es semejante a la fábrica del cuerpo humano” (prólogo a República universal 1587).

El gremio, con su división tripartita en maestros, oficiales y aprendices, con la reglamentación estricta de los deberes y obligaciones de cada uno, con sus leyes y magistrados, constituía una sociedad en pequeño, autónoma por dentro del conjunto (por constituir un oficio) y a la vez complementaria con el resto de la sociedad, con los otros oficios, con el municipio, etc. Del mismo modo, la universidad era calificada como “academica republica” o “republica acholar” constituyendo también otro microcosmos particular.

Locura que parece cordura
Nada más comenzar la segunda parte del Quijote, Cervantes nos presenta al hidalgo aparentemente restablecido, gracias a que el ama y la criada lo regalaron con cosas apropiadas para su cuerpo y “celebro”. Cabe pensar que alimentó su mente con literatura política “y habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se tocaron que los dos examinadores creyeron indubitadamente que estaba del todo bueno y en su entero juicio”.

La metáfora del cuerpo seguía siendo la referencia para todo orden y gobierno, y así lo expresa don Quijote en los consejos dados a Sancho cuando fue nombrado gobernador de Barataria. En las palabras del hidalgo hace una emulación del rey de la creación, que como tal ha de castigar y perdonar “…porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia” (Cap. 42, II). Aquí el autor se esfuerza por subrayar la cordura del discurso y el asombro que producen en sus interlocutores estos destellos de sensatez: “¿Quién oyera el pasado razonamiento de don Quijote que no le tuviera por persona muy cuerda y mejor intencionada?” (Cap. 43, II).

La doctrina de los cuatro humores
Todo lo que existía en el mundo sublunar procedía de la combinación de los cuatro elementos descritos por primera vez por el griego Empédocles de Agrigento (484 a.C. -424 a.C.): aire, agua, fuego y tierra. La teoría humoral estipulaba que el cuerpo humano era el resultado de la combinación de los cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra, humores que llegaban a determinar los temperamentos de las personas y, que a su vez, se relacionaban con las estaciones del año y con los planetas. De las combinaciones de los cuatro humores resultaban los temperamentos de las personas: sanguíneo, flemático, colérico o melancólico.

Los cuatro humores se combinaban con las cuatro cualidades sensibles. De forma que la sangre era caliente y húmeda, temperamento sanguíneo y su estación era la primavera; la flema era fría y húmeda, su temperamento flemático y su estación el otoño; la bilis amarilla era caliente y seca, su temperamento colérico y su estación verano; y la bilis negra era fría y seca, su temperamento melancólico y su estación invierno.

Hipócrates de Cos decía sobre la teoría humoral, que el origen de la enfermedad reside en un desequilibrio, una falta de armonía, entre el cuerpo humano o microcosmos con el resto del universo o macrocosmos.

Thomas Sydenham (1624 – 1689) famoso médico conocido con el apodo del “Hipócrates inglés” y gran amigo de Robert Boyle, dijo que “el Quijote era el mejor tratado donde aprender medicina”. La teoría de los cuatro humores hipocrático-galénica era la que prevalecía cuando Cervantes escribió el Quijote. De ahí que el cirujano, médico e historiador Antonio Hernández Morejón (1773 – 1863), en su libro Bellezas de medicina práctica descubiertas en el Ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1836), dijera del personaje de don Quijote que reconocía en él ambos temperamentos: el bilioso (colérico), pero también el melancólico.
FOTO 006 Láminas del libro de Don Quijote de Tomás Gorchs, año 1859

del comer
El mal comer de Sancho Panza
Diríase que no escapa el rollizo Sancho de lo que actualmente se entendería como “trastorno por atracón”; es decir, la presencia de atracones de comida recurrentes en ausencia de conducta compensatoria inapropiada, más propia de la bulimia nerviosa:

“Verdad es que, cuando él tiene hambre, parece algo tragón, porque come aprisa y masca a dos carrillos” (Capítulo 62, II)

Después, Sancho no parece en absoluto arrepentido de su trasgresión dietética, sino más bien ampliamente satisfecho de su conducta. Sin adivinarse propósito de enmienda que le prive de caer en nuevo pecado tan pronto se presente una nueva ocasión.

En la carta a don Quijote, Sancho escribe:
“Llámase el doctor Pedro Recio y es natural de Tirteafuera… Este tal doctor dice él mismo de sí mismo que él no cura las enfermedades cuando las hay, sino que las previene, para que no vengan y las medicinas que usa son la dieta y más dieta, hasta poner la persona en los huesos mondos”. (Capítulo 51, II)

Sancho ironiza llamando “mal Agüero” al médico que le impide comer, en su época de gobernador de la ínsula Barataria, con la intención de adelgazarlo contra su voluntad, ya que “considera mayor mal la flaqueza que la calentura, teniendo la seguridad que así va a conseguir matarle de hambre sino muere antes de despecho”. Gran visión científica del galeno al intuir tan claramente que la obesidad de Sancho había de constituir la puerta de entrada de innumerables y grandes males, ya que a pesar de la resistencia del obeso y pletórico gobernador decide, por su bien, recortarle la ingesta con la sana intención de preservar su salud y evitar venideros males mayores de infaustas consecuencias.

“Sé templado en el beber, considerando que el vino en demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra”. (Capítulo 43, II)

“Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”. (Capítulo 43, II)

Sancho que es muy terco pasa de la prescripción del médico y decide abandonar el cargo de gobernador de la ínsula diciendo: “… más quiero hartarme de gazpachos (gazpacho manchego) que estar sujeto a la misería de un médico impertinente que me mate de hambre”. (Capítulo 53, II)
FOTO 007 Láminas del libro de Don Quijote de Tomás Gorchs, año 1859

Alimentos como medicina
En la segunda parte del Quijote, cuando el Caballero de la Triste Figura vuelve a casa acompañado por el barbero y el cura se le prescribe para su recuperación, “darle de comer cosas confortativas y apropiadas para el corazón y el celebro, de donde procedía, según buen discurso su mala ventura” (Capítulo 1, II). Entre los alimentos confortativos destacan los huevos. El Ama relata: “Para haberle de volver algún tanto en sí gasté más de seiscientos huevos” (Capítulo 7, II). Los huevos de gallina gozaban de un gran prestigio entre la clase médica ya que “eran de fácil digestión y excelente materia prima para la formación de sangre…”. Sacando un promedio de la terapia dietética que el Ama dice haberle aplicado al “seco y amojamado don Quijote que no parecía sino hecho de carne de momia… flaco, amarillo y muerto de hambre…” (Capítulo 1,II), la dosis ingerida por el desnutrido caballero rondaba los 20 huevos diarios, ya que los 600 mencionados se le administraron a lo largo de un mes.

de la higiene
Durante toda la novela, don Quijote se baña solamente en dos ocasiones, una voluntariamente: “Antes de todo, con cinco calderos o seis de agua se lavó la cabeza y rostro, y todavía se quedó el agua de color de suero”. (Capítulo 18,II).
La segunda ocasión es involuntaria, cuando cruzando el río Ebro en barca caen al río. En otras ocasiones se mencionan actos de higiene menor: “Enjuagase la boca, lavóse Don Quijote el rostro”. (Capítulo 59,II).

Sancho panza se considera “… que tengo más de limpio que de goloso”. (Capítulo 62,II). Pero sólo se tiene constancia de un baño suyo, y es el correspondiente a la caída en el río Ebro.

El Quijote le dice a Sancho: “… será menester que te rapes las barbas a menudo, que, según las tienes espesas, aborrascadas y mal puestas, si no te las rapas a navaja cada dos días por lo menos, a tiro de escopeta se echará de ver lo que eres” (Capítulo 21).

“Lo primero que te encargo es que seas limpio y que te cortes las uñas sin dejarlas crecer como algunos hacen” (Capítulo 43,II).

La mayoría de los personajes muestran poco cuidado en la higiene, si bien de Dorotea dice: “… se lavaba los pies en el arroyo que por allí corría y al acabar de lavar los hermosos pies, con un paño de tocar que sacó debajo de la montera, se los limpió” (Capítulo 28).

Ejemplo de la falta de higiene en esta época es la profusión de piojos, en el Quijote aparecen citados. Existía la creencia que aseguraba que los piojos, las pulgas y los chinches que sufrían la tripulación morían cuando su barco pasaba el meridiano de las Azores. Se trata de una idea recogida en el Teatro del Orbe de Ortelius, y que don Quijote menciona a Sancho en la aventura del barco encantado: “Sabrás, Sancho, que los españoles, y los que se embarcan en Cádiz para ir a las Indias Orientales, una de las señales que tienen para entender que han pasado la línea equinoccial que te he dicho es que a todos los que van en el navío se les mueren los piojos, sin que les quede ninguno, ni en todo el bajel le hallarán, si le pesan a oro” (Capítulo 29,II).

del sueño
En Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes presenta a don Quijote como un curioso personaje del siglo XVII que sufre de delirios y alucinaciones y piensa que es un caballero errante medieval. Además de ese estado neuropsiquiátrico, Cervantes aporta magistrales descripciones de diversos trastornos del sueño, tales como el insomnio, la privación del sueño, el ronquido crónico disruptivo o el trastorno conductual del sueño REM. Describe casos vividos con manifestaciones fisiológicas, así como de la habitual somnolencia posprandial: la siesta. El concepto cervantino del sueño, como estado pasivo del que se halla ausente casi toda actividad cerebral.

“En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio” (Capítulo 1).

“Toda aquella noche no durmió don Quijote, pensando en su señora Dulcinea, por acomodarse él a lo que había leído en sus libros, cuando los caballeros pasaban sin dormir muchas noches en las florestas y despoblados, entretenidos con las memorias de sus señoras” (Capítulo 48,II).

“Seis días estuvo sin salir en público, en una noche de los cuales, estando despierto y desvelado, pensando en sus desgracias y en el perseguimiento de Altisidora, sintió que con una llave abrían la puerta de su aposento” (Capítulo 48,II).

En el último capítulo del libro, cuando don Quijote se está muriendo en la cama a causa de la fiebre dice así: “Rogó don Quijote que le dejasen solo, porque quería dormir un poco. Hiciéronlo así y durmió de un tirón, como dicen, más de seis horas; tanto, que pensaron el Ama y la Sobrina que se había de quedar en el sueño. Despertó al cabo del tiempo dicho, y dando una gran voz dijo: Yo tengo juicio ya, libre y claro, sin las sombras caliginosas de la ignorancia, que sobre él me pusieron mi amarga y continua leyenda de los detestables libros de las caballerías” (Capítulo 74,II).

Sobre el hábito de dormir largamente la siesta nos decía Sancho Panza: “La Duquesa pidió a Sancho que, si no tenía mucha gana de dormir, viniese á pasar la tarde con ella y con sus doncellas en una muy fresca sala. Sancho respondió que aunque era verdad que tenía por costumbre dormir cuatro ó cinco horas las siestas del verano, que, por servir á su bondad, él procuraría con todas sus fuerzas no dormir aquel día ninguna, y vendría obediente a su mandato, y fuése…” (Capítulo 32,II).

De los médicos
La formación universitaria del médico físico es básicamente teórica, se alcanza con dos o tres años de lecciones del Canon de Avicena y el Arte de Hipócrates y Galeno. Después de los tres años hay un examen sobre las materias ante un tribunal y pronunciando una lección magistral escogida del Canon o del Arte en una ceremonia ante las autoridades académicas. A mediados de siglo, alguna universidades introducen las cátedras de cirugía y en éstas se explica la anatomía a través de la disección de cadáveres, que producirá el rechazo de teólogos y eclesiásticos. Las disecciones no las efectúa el catedrático, sino un cirujano-barbero siguiendo sus indicaciones.

El médico forma parte de un colectivo que despierta cierta desconfianza, tal como recogen los refranes de la época:

“Los yerros del médico la tierra los cubre”.

“Buena orina y buen color, y tres higas al doctor”. Góngora

“Médicos vi en el lugar
Que sus desdichas rematan,
Y el hambre no la matan
Por no haber ya que matar”. Quevedo

“Al mal de quien la causa no sabe, milagro es acertar la medicina”. (Capítulo 23)

“…Señor Roque, el principio de la salud está en conocer la enfermedad, y en querer tomar el enfermo las medicinas que el médico le ordena; vuesa merced está enfermo, conoce su dolencia, y el cielo, o Dios, por mejor decir, que es nuestro médico, le aplicará medicinas que le sanen, las cuales suelen sanar poco a poco y no de repente y por milagro”. (Capítulo 60,II).
FOTO 008 Pintura de Antonio Guijarro Morales (2006). Blog Fali Arahal

De los boticarios
Sancho se muestra muy crítico al manifestar que hay en el mundo “físicos que, con matar al enfermo que curan, quieren ser pagados de su trabajo…”. Este trabajo, prosigue, “no es otro sino firmar una cedulilla de algunas medicinas, que no las hace él, sino el boticario”. (Capítulo 71,II)

La “cedulilla de algunas medicinas” es la receta, que el boticario confecciona y dispensa. Habitualmente, prepara de antemano los remedios habituales en cierta cantidad y los tiene a disposición, cosa que le obliga a mantener espaciosas boticas repletas de estanterías, con tarros, botellas, frascos, etc., así como instrumentos como los morteros o balanzas.

Los medicamentos que más comúnmente prepara y tiene en su botica son conservas, zumos, jarabes simples y compuestos, solutivos, eclecmas o lamedores, polvos aromáticos, electuarios, sólidos y líquidos, opiatas, electuarios blandos, alterativos y solutivos, hieras, píldoras y trociscos. Para uso externo, aceites simples y compuestos, ungüentos, calientes y fríos de por sí, cerotos y emplastos. Además incorporan drogas hasta entonces nunca utilizadas: por un lado, los productos químicos, introducidos en la terapéutica por Paracelso (1493 – 1541), y por otro lado las drogas, sobre todo vegetales, procedentes del Nuevo Mundo como la zarzaparrilla, quina, coca, guayaco, etc.

De los barberos y cirujanos
Es una época de muy escasa medicalización y de habitual automedicación, especialmente en las poblaciones menores; por donde muy raramente pasa un médico y donde es una suerte disponer de un boticario, que malvive y sueña con trasladarse a la ciudad, y de un barbero, que además de ocuparse de pelos y barbas, practica la cirugía externa.

“Es, pues, el caso que el yelmo y el caballo y caballero que don Quijote veía era esto: que en aquel contorno había dos lugares, el uno tan pequeño, que ni tenía botica ni barbero, y el otro, que estaba junto a él, sí; y, así, el barbero del mayor servía al menor, en el cual tuvo necesidad un enfermo de sangrarse, y otro de hacerse la barba, para lo cual venía el barbero y traía una bacía de azófar”. (Capítulo 21)

Los barberos entran en competencia con los cirujanos: no sólo cortan el pelo, también venden ungüentos, sacan dientes, aplican ventosas, ponen enemas y hacen flebotomías. Y, en general, realizan prácticas médicas y quirúrgicas relacionadas con los cortes y las amputaciones. El origen de esta doble actividad, al parecer, proviene de las visitas a los monasterios, donde los monjes, además de arreglarse las barbas, debían de sangrarse por ley eclesiástica.

Siendo el padre del autor, Rodrigo de Cervantes, barbero de profesión, el personaje del barbero es bastante respetado a lo largo de toda la obra. Uno de los artículos que caracteriza al gremio “la bacía o vasija que usan los barberos para remojar la barba” aparecerá confundida con el legendario Yelmo de Mambrino por don Quijote.

Los cirujanos constituyen gremios, y su formación es muy diferente de la de los médicos. No asisten a la Universidad, y para ejercer sólo deben examinarse de la Gramática de Lebrija, la Práctica de Cirugía de Juan Vigo y De las cuatro enfermedades cortesanas… de Luis Lobera de Ávila. (Las quatro enfermedades cortesanas son: catarro, gota arthetica sciatica, mal de piedra y d[e] riñones & hijada, e mal de buas y otras cosas vtilissimas).

A diferencia de los barberos, que sólo practican la cirugía menor, los cirujanos operan hernias, cálculos vesicales, cataratas, etc. Habitualmente, salvo los establecidos en las grandes ciudades, viajan de un lugar a otro; mientras que los barberos suelen tener tienda en el pueblo.
FOTO 009 Don Quijote de La Mancha

Tanto barberos como cirujanos pertenecen a escalas profesionales y sociales inferiores a los médicos, que estudian en la universidad. Para Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares, ciudad de tradición universitaria, e hijo de barbero, sería seguramente una diferencia importante. La relación de Cervantes con la profesión queda patente por la amistad de su padre con el doctor Francisco Díaz, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares y autor del Tratado de las enfermedades de la orina y carnosidades de la verga…, en el que precisamente figura un soneto laudatorio del propio Miguel de Cervantes:

“Tú que con nuevo y singular decoro
Tantos remedios para un mal ordenas,
Bien puedes esperar destas arenas
Del sacro Tajo las que son de oro.

Y el lauro que se debe al que un tesoro
Halla de ciencia con tan ricas venas
De raro advenimiento y salud llenas,
Contento y risa del enfermo lloro.

Que por tu industria una desecha piedra,
Mil mármoles, mil bronces a tu fama,
Dará, sin imbidiosas competencias.

Daráte el cielo palma, el suelo yedra,
Pues que el uno y el otro ya te llaman
Espíritu de Apolo en ambas ciencias”.

“… hilas y ungüentos para curarse”
Como el propio don Quijote asegura, los caballeros andantes del pasado llevaban consigo “una arqueta pequeña llena de ungüentos para curar las heridas que recibían, porue no todas veces en los campos y desiertos, donde se combatían y salían heridos, había quien los curase, si ya no era que tenían algún sabio encantador por amigo, que luego los socorría, trayendo por el aire, en alguna nube, alguna doncella o enano con alguna redoma de agua de tal virtud que, en gustando alguna gota de ella, luego al punto quedaban sanos de sus llagas y heridas, como si mal alguno hubiesen tenido; mas que, en tanto que esto no hubiese, tuvieron los pasados caballeros por cosa acertada que sus escuderos fuesen proveídos de dineros y de otras cosas necesarias, como eran hilas y ungüentos para curarse; y cuando sucedía que los tales caballeros no tenían escuderos, que eran pocas y raras veces, ellos mismos lo llevaban todo en unas alforjas muy sutiles, que casi no se parecían, a las ancas del caballo, como que era otra cosa de más importancia; porque, no siendo por ocasión semejante, esto de llevar alforjas no fue muy admitido entre los caballeros andantes…”. (Capítulo 3)

Puede decirse que en las alforjas llevaban el botiquín. Así Sancho, viendo que a don Quijote le sangra la oreja, herida por la espada del Vizcaíno, le ofrece remedios que trae en sus alforjas:
“Lo que le ruego a vuestra merced es que se cure, que le va mucha sangre de esa oreja; que aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas”. (Capítulo 10)

Los ungüentos, cuyo nombre proviene de “ungir” las partes enfermas, se componen utilizando una descripción de la época, de las partes de las plantas, animales, minerales y tierras, sirviendo el aceite de materia y la cera de forma.

El ungüento blanco uno de los clásicos de la farmacopea, era el ungüento de Razés, preconizado por este autor contra la quemadura. El “basis” era la cerusa o albayalde.

Las hilas eran hebras de tela que habían sido previamente embebidas en líquidos cicatrizantes y que se aplicaban sobre las heridas.

Cuando Sancho le ofrece “hilas y ungüento blanco” para al herida de la oreja, don Quijote advierte:
“Todo eso fuera bien escusado –respondió Don Quijote- si a mí se me acordara de hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás; que con sola una gota se ahorraran tiempo y medicinas.
¿Qué redoma y qué bálsamo es ese?, dijo Sancho Panza.
Es un bálsamo, respondió don Quijote, de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte ni hay que pensar morir de ferida alguna”. (Capítulo 10)

El bálsamo de Fierabrás, del “feo Blas” según Sancho, no pertenece a la farmacopea oficial, pero tampoco es un aficción de Cervantes. Es un bálsamo legendario que aparece en la “Historia Caballeresca de Carlomagno”, y se considera que con él se cubrió el cuerpo de Jesús al descender de la cruz.
FOTO 010 Bálsamo de Fierabrás

Don Quijote recuerda la receta, que, en otra andanza, él mismo prepara y toma con aceite, vino, sal y romero que el ventero le suministra:
“En resolución, él tomó sus simples, de los cuales hizo un compuesto, mezclándolos todos y cociéndolos un buen espacio, hasta que le pareció que estaban en su punto. Pidió luego alguna redoma para echarlo y, como no la vio en la venta, se resolvió de ponerlo en una alcuza o aceitera de hoja de lata, de quien el ventero le hizo grata donación. Y luego dijo sobre la alcuza más de ochenta paternostres y otras tantas avemarías, salves, credos, y a cada palabra acompañaba una cruz a modo de bendición”. (capítulo 17)

Lista la composición, don Quijote bebe casi todo lo que no alcanza a pasar por la olla a la aceitera. Le sobrecoge enseguida un vómito intenso y abundante, seguido de gran sudor y decaimiento; de forma que se queda dormido. Al despertar, más de tres horas después, ha descansado tanto que se cree curado “por la virtud del bálsamo”.

El también dolorido Sancho, ante el exitoso resultado, bebe también de los restos de la olla, pero el resultado no es nada bueno:
“… el caso que el estómago del pobre Sancho no debía de ser tan delicado como el de su amo, y así, primero que vomitase, le dieron tantas ansias y bascas, con tantos trasudores y desmayos, que él pensó bien y verdaderamente que era llegada su última hora; y, viéndose tan afligido y congojado, maldecía el bálsamo y al ladrón que se lo había dado”. (Capítulo 17)
FOTO 011 Hoja del libro “Del arte de curar en los tiempos de don Quijote”

La explicación de don Quijote es muy sencilla:
“Yo creo, Sancho, que todo este mal te viene de no ser armado caballero; porque tengo para mí que este licor no debe de provechar a los que no lo son”. (Capítulo 17)

Para terminar decir que el vino es utilizado también por vía externa como antiséptico y astringente, ideal para lavar heridas:
“Leonela tomó, como se ha dicho, la sangre de su señora, que no era más de aquello que bastó para acreditar su embuste, y lavando con un poco de vino la herida, se la ató lo mejor que supo (…)”. (Capítulo 34)

BIBLIOGRAFÍA
El Quijote
. Diferentes Ediciones
Del arte de curar en los tiempos de don Quijote. Ediciones ACV. Diciembre de 2005

AGRADECIMIENTOS, AUTORES Y ASESORES
Ana Aliaga Pérez
. Doctora en Farmacia por la U. de Navarra
María Estrada i Campmany. Licenciada en Farmacia por la U. de Barcelona
Alex Iranzo de Riquer. Doctor en Medicina por la U. de Barcelona
Núria Pérez Pérez. Licenciada en Biología y Filosofía por la U. de Barcelona
Manuel Rivero Rodríguez. Profesor titular de Historia Moderna. U. A. de Madrid
Joan Santamaría Cano. Doctor en Medicina por la U. de Barcelona
Guillermo Serés Guillén. Catedrático de Literatura Española. U. A. Barcelona
Jaume Serra Farró. Licenciado en Medicina. U. Barcelona
Xavier Sorní Esteva. Doctor en farmacia. Académico numerario de la R.A.F. Cataluña
Koldo Santisteban Cimarro. Por su colección de libros antiguos
Antonio Guijarro Morales. Por sus pinturas
FOTO 012 Del arte de curar en los tiempos de don Quijote

COMPAÑEROS DE TRABAJO
Raúl Expósito González
Enfermero. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores
raexgon@hotmail.com

Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
jrubiop20@enfermundi.com

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Vocal del País Vasco de la SEEOF. Insignia de Oro de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
masolorzano@telefonica.net

sábado, 11 de febrero de 2012

LA ENFERMERÍA EN LOS CUENTOS INFANTILES








ÉRASE UNA VEZ… UNA ENFERMERÍA DE CUENTO

La original exposición “La Enfermería en los Cuentos Infantiles” se muestra a partir del 1 de febrero en el vestíbulo de la Biblioteca del Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas, de Toledo hasta el próximo 30 de marzo de 2012

Cuál era la imagen de las enfermeras cuando éramos niños es lo que puede verse, fundamentalmente, en esta original y entrañable exposición, que se ha iniciado hoy y que estará en el vestíbulo de la Biblioteca del Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas hasta el próximo 30 de marzo, en horario de 09:00 a 21:00.
FOTO 001 Cuentos…. Soy una enfermera

La Enfermería en los cuentos infantiles” es obra del enfermero natural de Orgaz (Toledo), Isidoro Jiménez Rodríguez, que lleva años recopilando documentos, cuentos, tebeos y juguetes relacionados con esta profesión. “Con esta muestra quiero hacer ver cómo se presenta la Enfermería en las publicaciones infantiles desde los años 60 hasta nuestros días, porque sin conocer y analizar nuestro pasado es imposible progresar”, afirma Isidoro.

La exposición se encuentra en ocho vitrinas y consta de más de 30 cuentos infantiles, tebeos, cómics y hasta juguetes. Contemplándolos es probable que el visitante recuerde sus días de infancia y esos cuentos que se leían con avidez mientras se admiraban sus dibujos y sus simpáticos personajes.

Una buena parte de las historias tienen como argumento las fechorías que realizan un grupo de niños, consecuencia de las cuales resulta alguno herido. Aparece entonces una niña, en forma de enfermera, que atiende al lesionado. Se destaca sobre todo en la actuación de la niña su gran madurez y maestría para resolver la situación planteada, tal vez impropias de una pequeña.

“Vamos a recordar nuestros años infantiles y cómo estos cuentos, muchas veces, han dejado huella en nosotros; de hecho me atrevo a decir que a través de ellos muchos hemos llegado a ser enfermeros o enfermeras”, afirma Isidoro Jiménez, quien matiza que “la imagen entrañable, cariñosa, de gran cuidado hacia el enfermo o lesionado, estoy seguro de que ha tocado la fibra de más de un niño lector”. (El Día de Toledo, 2 de febrero de 2012).
FOTO 002 Isidoro Jiménez Rodríguez y el responsable de la biblioteca, Antonio Casado Poyales

ISIDORO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ
Su amplio currículo: es Ayudante Técnico Sanitario por la Universidad Complutense desde 1978; Diplomado Universitario de Enfermería por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1982; Grado en Enfermería por la Universidad Católica San Antonio de Murcia, 2010.

Licenciatura en Antropología Social y Cultural por la Universidad Católica San Antonio de Murcia, 2007. Título de Especialista en Antropología de la Salud por la Universidad Católica San Antonio de Murcia, 2007. Diplomatura en Enfermería de Empresa (Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, 1996); Título Oficial de Enfermero especialista en Enfermería del Trabajo (Dirección General de Universidades, 2009). Técnico Superior de Riesgos Laborales 2002; especialidades de Seguridad del Trabajo 2002, Higiene 2004 y Ergonomía 2006. Diploma de Estudios Avanzados en el curso de Doctorado en Enfermería y Cultura de los Cuidados (Universidad de Alicante, 2009).
FOTO 003 Cuento el Enfermero y La Enfermera Dormilona

A lo largo de estos 34 años ha trabajado en Atención Primaria, en la Residencia Sanitaria “Virgen de la Salud” de Toledo; Hospital Provincial de Toledo y Enfermero de Empresa en Talleres del AVE. Actualmente trabaja en el Hospital Provincial de Toledo. Es Profesor Asociado en la Universidad Rey Juan Carlos en el departamento de Enfermería en Alcorcón, Madrid.

Como hobby es un apasionado de la historia y de la antropología. Es miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores desde su fundación en 1984, por sus investigaciones en historia. Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, desde 1994. Ha sido secretario de la Asociación de Etnología de Castilla - La Mancha. Bajo su presidencia, al frente del “Grupo Arqueológico y de Costumbres Populares “Villa de Orgaz”, su pueblo fue declarado Bien de Interés Cultural, como Conjunto Histórico-Artístico. Es miembro de la junta directiva del Seminario Permanente de Historia de la Enfermería (Universidad Complutense); pertenece al “Seminario de Fuentes Orales” y a otras asociaciones culturales y de difusión de la historia. Su deporte favorito es el esquí alpino, realizando dos o tres escapadas cada año a la nieve.

Ha sido profesor, ponente y conferenciante en más de 50 trabajos, artículos y publicaciones, tanto a nivel nacional como internacional. Ha asistido y presentado trabajos en los Congresos nacionales e internacionales de Historia de la Enfermería.

LA ENFERMERÍA EN LOS CUENTOS INFANTILES.
Nuestras primeras lecturas constituyen una forma de aproximación y conocimiento del mundo que nos rodea. Aquellas letras de tamaño grande, disminuyeron balbucientes empeños, mitad realidad, mitad imaginación. Sus abundantes y coloridas ilustraciones nos incitaban a seguir sencillos argumentos, plenamente adaptados a una mente infantil.

A buen seguro que aun permanece en nuestro recuerdo alguno de aquellos primeros cuentos, en forma de algún episodio, reflejado en expresivo y chispeante dibujo que se encuentra fijado en la memoria. Posiblemente rememoremos alguna portada, que tampoco se salvo, como el resto de las páginas, de nuestros primeros pinitos en la escritura.

Hoy, con el paso de los años, vemos con otros ojos aquellos iniciales tebeos y cómics, que sin darnos cuenta, habrían de influir en nuestra forma de ver el mundo y la sociedad que nos rodea. Los temas que abarcaban eran muy variados y entre sus personajes aparecían en algunas ocasiones, los animales. Sus historias nos daban pie para iniciar juegos con otros niños, desempeñando roles y papeles que nos permitían formar nuestra propia imagen sobre los oficios y profesiones de la sociedad. Surgieron así colecciones de tebeos que tienen como protagonistas a diferentes oficios.
FOTO 004 Los cuentos: Doña Erizo Enfermera y Soy una enfermera

Con la presente muestra de publicaciones infantiles sobre la figura de la enfermera, mostramos como se representa esta profesión en las publicaciones infantiles desde los años sesenta hasta nuestros días.

Una buena parte de las historias tienen como argumento las fechorías que realizan un grupo de niños, consecuencia de las cuales resulta alguno herido. Aparece entonces una niña, en forma de enfermera, que atiende al lesionado. Se destaca sobre todo en la actuación de la niña su gran madurez y maestría para resolver la situación planteada, tal vez impropias de una pequeña. Como única excepción, el caso de “La enfermera dormilona”, donde la pasividad de esta provoca que el niño al que cuidaba realice una travesura que pone en peligro su vida.

También se representa a la enfermera al cuidado de animales “Liz, la enfermera”, apareciendo al cuidado de un gato, un perro, un pájaro o un ratón, a los que toma la temperatura, receta medicamentos, aplica jarabes y pone inyecciones.

Otro cuento, “Monin enfermero”, nos presenta a este animal atendiendo a otros animales que han sufrido un terrible accidente. En el troquelado “El enfermero”, se nos presenta a un niño muy humanitario, al que le gustaba cuidar de todos, incluso de su perro.

Es precisamente este fuerte sentido vocacional el que rodea la actuación de los niños y niñas enfermeros, objeto de estas historietas. Generalmente este trabajo se representa de una forma autónoma, no precisando que otro sanitario tenga que actuar. Estos cuidadores conocen las técnicas y actuaciones propias, y no dudan en aplicarlas. Complementan esta exposición, unos juguetes y recortables de mis colecciones sobre la misma temática enfermera. Texto del programa de la exposición (Isidoro Jiménez Rodríguez).

ENTREVISTA PARA “ENFERMERÍA AVANZA
Me puse en contacto (Manuel Solórzano) por correo electrónico con mi buen amigo Isidoro y le envié unas preguntas para que me las contestase, ya que creo que el tema en el que se ha centrado, o no han existido este tipo de exposiciones o me parecía diferente a lo que se ha hecho hasta ahora. Rápidamente fue muy amable y me contestó lo siguiente:

1.- ¿Cómo surgió la idea de realizar esta exposición sobre “La enfermería en los cuentos infantiles?
El Campus de la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha está al lado de mi casa. Yo me acerco de vez en cuando hasta su biblioteca para consultar libros de Enfermería. En el vestíbulo de esta biblioteca hay siempre montada alguna exposición sobre diversos temas bibliográficos, reproducciones arqueológicas, etc. A pesar de no tener ninguna vinculación con dicha Universidad, la verdad es que me tratan con gran amabilidad e incluso me permiten el préstamo de libros. Hace unos días se me ocurrió poner a su disposición para una de estas exposiciones alguna de mis colecciones de material enfermero. Cuando insinué a Antonio Casado, responsable de esta biblioteca, este tema de las publicaciones infantiles sobre la enfermera, su aceptación fue inmediata. Era un aspecto muy curioso y podría despertar el interés, no sólo de los alumnos de Enfermería, sino del resto de enseñanzas que se imparten en este campus.

No pasó más de una semana de la propuesta, cuando recibí una fecha de inauguración. Me puse a reorganizar y seleccionar el material que quería mostrar: cuentos infantiles que nos recordasen nuestros primeros balbuceos en la lectura y nuestros primeros garabatos con forma de letras.

Para mi supone una enorme satisfacción que se hable de “La Enfermería” y que se de a conocer su trabajo. Por ello agradezco a la universidad de Castilla- La Mancha esta oportunidad que me ha dado para que la sociedad reflexione sobre nuestra labor.
FOTO 005 Cuentos y recortables de enfermera

2.- ¿Qué personas han colaborado en la elaboración de esta exposición?
Yo he facilitado el contenido, consistente en unos treinta cuentos, en su mayoría troquelados, junto a otro material como 5 juguetes, recortables, álbum con cromos autoadhesivos, etc. Los servicios de la biblioteca han elaborado las fichas bibliográficas que acompañan a las obras. Finalmente, entre todos, montamos el material en las ocho mesas-vitrinas de que disponíamos.

El resultado creo que ha sido muy bueno, pese a lo sencillo del montaje. El colorido de las ilustraciones, así como las caprichosas formas de los cuentos, son de una gran vistosidad. También pensamos que sería bueno reproducir dos o tres de estas historietas al completo, como así se ha hecho, pensando, por una parte, en su fácil lectura, y por otra, en que el visitante pueda captar la imagen que refleja el enfermero o la enfermera protagonista de la misma.

3.- ¿Qué piensas que puede aportar esta Exposición a los profesionales de enfermería y a los lectores en general?
Mi deseo fue que este espacio de exposiciones de la biblioteca contará con una exposición de “Temática Enfermera” y que los alumnos de Enfermería reflexionen sobre la importancia de conocer y analizar nuestro pasado, como camino para el progreso profesional. Pasado, que también se encuentra en documentos administrativos y legislativos que se han generado a lo largo de los siglos, en manuales de enseñanza que se han utilizado para formar a enfermeras, en las hemerotecas y prensa profesional.

Como antropólogo me preocupa como se ha forjado “La Imagen Social de la Enfermería” y como no se encuentra valorada en la medida de su importante aportación a la salud y bienestar de la sociedad. Es decir, ¿porqué nuestra labor pasa casi inadvertida y no se reconoce con un salario y una estimación social adecuada?

Pues bien, para responder a esta pregunta hay que analizar multitud de aspectos e ideas que hemos ido captando a lo largo de nuestra vida. Estos coloridos cuentos de la exposición, ideados para niños y niñas de 5 a 12 años, también han contribuido ha forjar esa idea sobre la enfermera y su labor. Constituyen también una fuente para conocer nuestro pasado inmediato, pues abarcan un periodo desde los años sesenta hasta nuestros días.

4.- ¿Cómo has llevado a cabo la recopilación de toda esta documentación que presentas en la exposición a lo largo del tiempo?
Llevo unos quince años recopilando material enfermero. Tengo que confesar que esta parte de cuentos infantiles, tal vez sea el apartado más reciente de mis colecciones, pero también una de las más gratificantes. Al hojear estas historias te trasladas a tu infancia y afloran en tu mente algunos de los primeros cuentos que cayeron en tus manos.

Cuando realizas algún trabajo para llevar una comunicación o una ponencia a algún congreso de Enfermería, -mis modestas aportaciones, son normalmente sobre historia de la profesión-, te das cuenta de la importancia de estos testimonios o fuentes, en forma de libros y publicaciones.

En algunos casos, tienes que ir a la madrileña Biblioteca Nacional, cuando se trata de ejemplares muy determinados y antiguos, pero en otras ocasiones se pueden adquirir. Surge así la necesidad de rodearte de algunas de las fuentes que empleas para llevar a cabo tus investigaciones. Así empecé a coleccionar publicaciones de temática enfermera.

5. ¿Que aspectos o ideas más importantes pueden destacarse de la muestra de cuentos que presentas?
Estas historias que han sido escritas para los más pequeños de la casa, están llenas de matices. En algunas ocasiones los protagonistas de los cuentos son todos animales, como es el caso de “Doña erizo, enfermera” (C. Busquets; San Sebastían, ed. A. Saldaña, 1966); en otros, participan niños y animales, como en “El enfermero Pepe” (J. García. Barcelona, edit. Vilmar, 196?); y en la gran mayoría, sólo niños, sirva de ejemplo “Patricia enfermera” (Texto de Michele Martín; ilustraciones de Jean Sidobre. Madrid, ediciones Susaeta, 1970). Este último libro forma parte de una colección, donde encontramos también los títulos: “Patricia mama”; “Patricia en el circo”, etc. Este aspecto de colecciones de cuentos sobre diversos profesiones también la observamos en “Ana enfermera”: cuentos con vestiditos recortables (Pen – 7ª edición- Barcelona, Artes gráficas Cobas, 1983), que se completa con “Maite modista”, “Nuri peluquera”, “Marta cocinera”.

Otra de las series de cuentos, permiten al niño colorear la mitad de sus páginas, partiendo del modelo que presenta la página anterior; es el caso de “La pequeña enfermera” (s.l.; s.n.; s.f.), que pertenece a la misma colección de “Pepi, la florista” y “Juanito el bombero”. Vemos pues, como estas publicaciones contribuyeron de una forma importante a formar los conceptos e ideas sobre las distintas profesiones en los niños de hace unas décadas.

En el caso, ya citado, de “El enfermero Pepe”, las actuaciones de este, son muy variadas. Aparte de curar la pata de un perro o salvar a una señora a punto de ahogarse, realiza labores de camillero o conductor de ambulancia. En la penúltima página de este cuento leemos: “por la noche estudiaba Medicina, ya que el ambiente humanitario del hospital le indujo a ello”. Todos recordamos, como algunos de nuestros compañeros de estudios, también terminaron haciendo Medicina, buscando un trabajo más valorado y reconocido socialmente. Esta es nuestra historia reciente.
FOTO 006 Los cuentos Patricia Enfermera y Soy una enfermera

Junto a Pepe, nos aparecen como protagonistas masculinos “Monín enfermero” (Barcelona, editorial Testa, 1992) y “El enanito enfermero” (Barcelona, ediciones Ferma, 1965). El resto de historias tienen como protagonistas a una enfermera.

En fin, son muy numerosos los matices y situaciones que pueden observarse en estas publicaciones sobre la forma de presentar la labor de las cuidadoras. En “La enfermera dormilona” (Guión de E. Sotillos; ilustraciones de Maria Pascual. Barcelona, editorial Toray, 1963), la imprudencia de Encarnita, al dormirse mientras velaba a un enfermo, va a dar lugar a poner en un grave riesgo la vida de este. Todos estos detalles han sido captados por las mentes infantiles a las cuales iban dirigidos, y han influido en su concepto sobre la Enfermería. Sin lugar ha dudas que también han jugado un papel muy importante, algunos años después, a la hora de decidirse por elegir una profesión a la que dedicarse.

6. ¿Por qué es importante mantener esta Exposición en la memoria histórica de la profesión?
Fíjese, estos cuentos troquelados infantiles que ahora expongo, nos presentan una imagen de la enfermera totalmente altruista, autónoma, profesional, bondadosa. Pues bien, si abarcáramos las lecturas, en forma de novelas y relatos, ya para una edad posterior, por ejemplo la juventud, estos valores cambian totalmente, aparecen enfermeras guiadas por otros principios y otras aspiraciones, ya de sentido más dudoso. Y no digamos ya la variación en la imagen enfermera que muestran algunas publicaciones para adultos.

Los profesionales enfermeros debemos ser conscientes que en nuestra labor diaria somos observados por la población a la que atendemos. Nuestras acciones son examinadas minuciosamente, como nosotros también observamos detalladamente como realizan su trabajo otros profesionales, sanitarios o no. Por lo tanto, cada enfermera y enfermero contribuimos a forjar esa imagen que la sociedad, en general, va a tener sobre la Enfermería. Y esa imagen es la que se plasma luego en la literatura, el cine, el teatro, o en estos cuentos de la exposición.

Aparte de por nuestros conocimientos científicos y por el dominio de unas técnicas, las enfermeras y enfermeros, debemos estar preparados para dar un trato humanista a nuestros pacientes, pensando que cada uno de ellos es una persona donde confluyen una serie de circunstancias y aspiraciones que hacen que sea un ser “único”. Por esto, debemos desarrollar nuestra sensibilidad, adiestrar nuestra intuición, pues solo de esta forma podemos saber lo que siente y vive el enfermo. Nunca debemos olvidar que cuidar a otro implica una entrega muy grande, un nivel de autoexigencia alto. Las ciencias humanísticas nos facilitan ese camino.

Volviendo al tema planteado en su pregunta, hasta ahora sólo conocemos una pequeña parte del pasado profesional enfermero. Tal vez porque hemos entendido que nuestra profesión carecía de una historia propia, de un pasado definido en el devenir de los tiempos. Pero las aportaciones que vienen haciendo algunos colegas, desde hace aproximadamente una década, son muy importantes y esclarecedoras.

Empiezan a surgir sociedades, asociaciones y seminarios sobre la Historia de la Enfermería. Se llevan a cabo congresos y reuniones profesionales en diversos países para rescatar esta memoria profesional a la que usted hace referencia. Verdaderamente empezamos a comprender como descubrir nuestros antecedentes, nos aporta luz para enfrentarnos a nuestro presente, fundamentos para abordar el futuro.

Para quienes ejercemos la enseñanza de esta materia en los que se preparan para ser las futuras enfermeras y enfermeros, no nos resulta fácil transmitir a nuestros alumnos la utilidad de estos conocimientos en su formación académica. Las humanidades parecen no tener sentido en una sociedad tan competitiva y artificial como la actual. Los valores tradicionales parece que se van perdiendo poco a poco. Pero estoy seguro que esta materia de historia, contribuye, como ninguna otra, a crear esa conciencia profesional que a veces se hecha en falta, en forma de un rol y una identidad plenamente definidos.

En mi modesta opinión, no se trata de que la enfermera sea un semi-médico o una semi-psicóloga, por poner algunos ejemplos, sino de que sea la máxima autoridad en el equipo sanitario, en materia de cuidados. De esta forma podrá liderar importantes ámbitos de la sanidad y podrá influir de una forma más pronunciada en la toma de decisiones de las políticas sanitarias.

7. ¿En un futuro, has pensado en realizar otra exposición o colaborar en algún otro proyecto, o escribir un libro?
No cabe duda que la historia de nuestra profesión enfermera es tan rica y esta llena de testimonios muy interesantes. Dentro de mis colecciones me gustaría completar material para poder llevar a cabo alguna exposición de juguetes, o de manuales de enseñanza de las distintas especialidades que a lo largo de la historia se han ido perfilando. Se trata de metas que espero ir alcanzando.

Un tema muy interesante para un libro, sería el de la “Enfermería en los Refranes”, tema que he estudiado, pero no veo fácil que alguna editorial quiera llevar a cabo esta publicación.
FOTO 007 Isidoro Jiménez en la exposición y un juguete de enfermera

Por otro lado estoy metido muy de lleno en la elaboración de mi tesis doctoral. He tenido la suerte de que aquí en España en la Universidad de Alicante oferte un Doctorado en Historia y Cultura de los Cuidados.

Como comprenderá, el trabajo en el hospital, las clases en la universidad y la tesis, ya son suficientes para llenar el mayor espacio de mi tiempo. Aunque siempre procuro estar en las reuniones y congresos que tratan sobre la historia de la Enfermería; comprobar que existen otros colegas que también sienten esta afición e interés por indagar sobre nuestro pasado. En algunos casos, he conseguido que se aceptase alguna comunicación de esta temática en algunas jornadas que no tenían este tema específico. Y es que detrás de cada área de especialización sanitaria, siempre hay un pasado en el que las enfermeras y enfermeros han participado.

8. Finalmente ¿nos podía señalar hasta cuando estará abierta la exposición?
La muestra se abrió el pasado 1 de febrero y permanecerá expuesta hasta el 31 de marzo de 2012. Son dos meses completos. Tiempo suficiente para que no solo los estudiantes de la Universidad de Castilla - La Mancha, sino también muchos toledanos puedan pasarse por la biblioteca y disfrutarla.

Quiero resaltar la labor que están realizando el Colegio de Enfermería de Toledo y la propia Universidad de Castilla - La Mancha, a través de sus gabinetes de prensa, para difundir esta exposición. Tanto la Junta Directiva del Colegio, como el Sindicato Satse, están trabajando para dar a conocer la muestra a todos los profesionales y a la sociedad en general.

La prensa escrita, la radio y las televisiones locales se están haciendo eco de la actividad, permitiendo que se hable de la Enfermería, lo que es digno, de agradecer.

Finalmente todos los compañeros y compañeras enfermeras se muestran entusiastas con esta actividad, por lo que están acudiendo a visitar la muestra. Gracias a todos ellos.

Y como no, a “Enfermería avanza” y a Manuel Solórzano por su entusiasta labor por difundir todo lo relacionado con la cultura enfermera.

Muchas gracias amigo Isidoro por esta magnífica y diferente exposición sobre la Historia de la Enfermería. Si alguien quiere ponerse en contacto con el Profesor Isidoro Jiménez, su correo es: isidoroj@terra.es

Artículos sobre la exposición aparecidos en diferentes medios digitales:
http://www.latribunadetoledo.es/noticia.cfm/Vivir/20120202/enfermeria/cuentos/recuerda/fabrica/armas/449B7DF7-95AD-E854-DCBECA4D845659B3

http://globalclm.com/j-toledo/j-toledo-capital/719921-la-exposicion-qenfermeria-en-los-cuentos-infantilesq-llega-a-la-biblioteca-del-campus-tecnologico-de-la-fabrica-de-armas

http://www.teletoledo.tv/noticia.php?id=1929&no=La%20enfermer%EDa%20en%20los%20cuentos,%20exposici%F3n%20en%20la%20biblioteca%20del%20Campus%20Tecnol%F3gico%20de%20la%20F%E1brica%20de%20Armas

http://www.entoledo.es/noticias/2012/02/01/8193/la-fabrica-de-armas-acoge-la-muestra-la-enfermeria-en-los-cuentos

También en el Facebook de la Biblioteca Universitaria
http://www.facebook.com/pages/Biblioteca-Universitaria-de-Toledo/169474236480755

http://bibliotecauclm.blogspot.com/2012/02/exposicion-la-enfermeria-en-los-cuentos.html

FOTO 008 La Exposición en la prensa: La Tribuna y el Día de Toledo

NUESTRAS CONCLUSIONES
Como George Lakoff y Mark Johnson dicen nuestro pensamiento está basado en un complejo sistema metafórico que nos permite interpretar el mundo y comunicarnos de una forma ágil y rápida. Esas metáforas conforman nuestro sistema conceptual, imprescindible en el lenguaje, pensamiento y forma de actuar, porque constituyen la esencia básica para entender una cosa en términos de otra. Están íntimamente ligadas a la cultura, y cambian según los lugares y el tiempo, como la propia cultura.

La construcción de ese sistema metafórico comienza desde la más tierna infancia, y es intrínseco a nuestro proceso de socialización, en la que los cuentos son un vehículo básico de transmisión de las normas y los conceptos de la sociedad. Esa primera socialización comienza en el seno familiar, en el que las primeras canciones o los cuentos antes de dormir, son la amable herramienta de la que se vale la sociedad para inculcar sus valores a los nuevos miembros. Que la imagen de una “Enfermera” sea la protagonista de algunos de esos cuentos coloca a la “Enfermería” como un concepto básico de nuestro imaginario simbólico, como un referente imprescindible para interpretar los conceptos de salud y enfermedad, o conocer las figuras básicas del sistema sanitario.

Por eso es imprescindible que haya más cuentos con enfermeras y enfermeros como protagonistas, porque facilitarán que la profesión de enfermería sea reconocida como un valor positivo e imprescindible en nuestra sociedad y en el sistema sanitario.

AGRADECIMIENTOS
Gracias amigo Isidoro, por realizar este trabajo para mí y para la Enfermería Avanza.
Universidad de Castilla La Mancha
Biblioteca del Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas de Toledo
Antonio Casado Poyales
Colegio Oficial de Enfermería de Toledo
La Tribuna de Toledo
El Día de Cuenca

AUTORES
Raúl Expósito González
Enfermero. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores
raexgon@hotmail.com

Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
jrubiop20@enfermundi.com

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Vocal del País Vasco de la SEEOF. Insignia de Oro de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
masolorzano@telefonica.net