martes, 1 de diciembre de 2015

II FORO CANARIO DE HISTORIA DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD



San Cristóbal de La Laguna, Tenerife el 26 de noviembre de 2015

Cerca de un centenar de profesionales de las Ciencias de la Salud se dieron cita en la II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la Salud que este año llevó por lema: “Aunando esfuerzos por conocer nuestro pasado”.

FOTO 1 Francisco Javier Castro Molina, Manuel Solórzano Sánchez, María Teresa Miralles Sangro y Jerónimo González Yáñez

Durante el pasado jueves 26, prestigiosos historiadores y expertos en las Ciencias de la Salud impartieron diferentes conferencias orientadas a retratar la historia de la asistencia sanitaria, de sus hospitales y de los profesionales que desarrollaron su actividad cuidadora tanto en el territorio intra como extra-insular.

Dicho Foro, desarrollado en el espléndido marco del Exconvento de Santo Domingo en la ciudad de los Adelantados, ha sido organizada por la Asociación Canaria de Historia de la Profesión Enfermera y la Sociedad Canaria de Historia de la Medicina, con el objetivo de abordar y dar a conocer la historia de las diferentes disciplinas que conforman las Ciencias de la Salud. Profesionales como médicos, enfermeros, farmacéuticos e historiadores, entre otros, aúnan fuerzas para desarrollar un camino que engrandezca la Historia de las Ciencias de la Salud y que favorezcan el aprendizaje mutuo.

También hay que resaltar que este gran acontecimiento no habría sido posible sin la organización, el cariño y la ilusión que presenta nuestro compañero Francisco Javier Castro Molina, sin él, este evento no existiría, con él se va engrandeciendo día a día. También hay que resaltar el gran apoyo del Presidente del Colegio de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife José Ángel Rodríguez Gómez y del Presidente de la Asociación Canaria de Historia de la Medicina Justo Hernández González.

FOTO 2 Justo Hernández González y Francisco Javier Castro Molina

Al acto inaugural asistieron, además del concejal de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, Yeray Rodríguez Hernández, el presidente de la Asociación Canaria de Historia de la Profesión Enfermera Francisco Javier Castro Molina, el Profesor y presidente de la Sociedad Canaria de Historia de la Medicina, el Profesor Justo Hernández González. Dentro de las diferentes intervenciones realizadas, destacaron las efectuadas por un plantel variopinto de expertos en la materia, tanto nacionales como regionales, que manifestaron la importancia de conocer los orígenes y los hechos acaecidos en torno a disciplinas como la Enfermería, la Medicina, la Farmacia, la Psicología y la Historia, entre otras, profesiones que con el devenir de la historia se han ido consolidando paulatinamente hasta llegar a lo que hoy conocemos.

La Conferencia Inaugural la realizó María Teresa Miralles Sangro. Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). Directora de la Fundación Mª Teresa Teresa Miralles Sangro. Le presentó el Profesor Jesús Manuel Quintero Febles. Redactor Jefe de la Revista EGLE. Universidad de La Laguna.

María Teresa Miralles Sangro, ofreció una magnífica conferencia titulada “Reconocimiento Social a la Enfermería a través de la filatelia”, con la que hizo un recorrido por la atención prestada por los profesionales a lo largo de cien años, con las imágenes de los sellos de correos. Impartió una excelente conferencia sobre la presencia de la enfermería en la filatelia.

FOTO 3 Jesús Manuel Quintero Febles y María Teresa Miralles Sangro

María Teresa Miralles posee unas de las mejores colecciones filatélicas de la Historia de la Enfermería y publicó en el año 2000 el Libro “La Enfermería a través de los sellos”. Ha conseguido varias medallas de oro en las diferentes exposiciones nacionales e internacionales donde ha presentado su gran obra, y esperamos que siga cosechando multitud de premios. En el año 2014 obtuvo su Grado de Doctora con la Tesis titulada “La imagen enfermera a través de los documentos filatélicos desde 1840 hasta el 2000. Una contribución a la historia de la Enfermería”.

Una vez finalizada la conferencia impartida por María Teresa Miralles, los asistentes al II Foro degustaron un suculento desayuno.

Presentó el siguiente panel la moderadora María Jesús Bello Hernández con el título “Ciencia y Salud: Memorias”. La primera ponencia, titulada “Una aproximación a la anatomía de Vesalio”, vino de la mano del Dr. Justo Hernández González, Profesor de la Universidad de La Laguna y Presidente de la Sociedad Canaria de Historia de la Medicina.

Disertó sobre los años 1514 a 1564. Comenzó haciendo una magnífica introducción. El 31 de diciembre de 1514 nació en Bruselas, Andrés Vesalio. Su familia era de origen alemán (Wessel: comadreja) y durante cuatro generaciones habían sido servidores del rey, sobre todo como médicos. Su padre sólo llegó a ser boticario de Carlos V porque era bastardo. Este hecho, aunque su padre fue legitimado por el Emperador, dejo un trauma psíquico en Andrés, que puede percibirse en su deseo de autoafirmación personal, en su narcisismo, en su individualismo y, quizá, también, en su visión autodidacta de la anatomía (aquí se da un paralelismo con Paracelso cuyo padre, aunque noble, también era bastardo).

FOTO 4 Justo Hernández González

Exaltación de su figura. No cabe duda de que Andrés Vesalio ha sido idealizado. Se ha dicho que sus investigaciones anatómicas son comparables a los estudios astronómicos de Copérnico (De revolutionibus orbium coelestium) (falso), que ha sido el reformador de la anatomía como Lutero lo fue de la religión (falso), que ha sido el gran impugnador de Galeno (falso), etc.

El quinto centenario de su nacimiento, que estamos celebrando ahora, debe servirnos también para hacer una revisión “en frío”, sin apasionamientos, de su obra anatómica. En primer lugar y como premisa general, debe señalarse que las disecciones humanas no estaban prohibidas. Basta con leer a los grandes cirujanos medievales para ver que hacían disecciones humanas (Guy de Chauliac, por ejemplo). Además, desde principios de siglo XIII se hacía en Bolonia disecciones anatómicas de cadáveres para la formación de los cirujanos y, por emulación, esta práctica se extendió por todas las facultades de medicina europeas.

Las luces del firmamento vesaliano
Pero, ¿cuáles son los aspectos más sobresalientes de Vesalio?
1) Excelente formación humanista (Colegio Trilingüe de Lovaina) y anatómica (La Sorbona). Hizo siempre, incluso como estudiante, muchas disecciones, sobre todo privadas, de cadáveres humanos. Después de su formación en París, acudió a la Universidad de Padua para formarse mejor todavía en las disciplinas anatómicas. Italia era el reino de la nueva anatomía. En Padua fue nombrado profesor de cirugía. También hizo alguna disección pública en Bolonia. Podemos decir que ha sido el mejor disector anatómico de toda la historia junto con Galeno. En realidad, la renovación anatómica de Andrés Vesalio se funda en la consideración del hombre como culmen de la Creación y por tanto el hombre debe ser bien estudiado; por otra parte, la disección del cadáver se hará como la haría Galeno. Vesalio quiere volver pero con cadáveres humanos, no con monos.

FOTO 5 Francisco Javier Castro Molina, Manuel Solórzano Sánchez, Mª Teresa Miralles Sangro y Justo Hernández González

2) Hacer como Galeno, es decir, hacer él mismo y solo toda la disección. No son necesarios ni el profesor ni el cirujano-barbero ni el monstrator. Vesalio encarna a estos tres personajes a la vez.

3) Es el renovador del método anatómico. El verdadero libro de anatomía es el cadáver humano.

4) La idea edificativa que él propugna (fabrica, edificio), aunque no es nueva, le sirve para que los oyentes y los lectores adquieran una visión descriptiva de la anatomía.

5) Como Galeno, Vesalio considera la mano como la parte anatómica más importante del hombre, expresión de la inteligencia.

6) El médico debe utilizar la mano para explorar a sus pacientes, para componer los medicamentos y para hacer anatomía y cirugía. La anatomía es la reina de todas las ciencias y si el médico utiliza la mano en la anatomía ¿cómo no la utilizara en la exploración y en la farmacología?

7) Utiliza la perspectiva (tres dimensiones), convirtiendo la anatomía en una de las bellas artes como se ve claramente en su Fabrica.

8) Vesalio es uno de los grandes pedagogos de la anatomía. Editó sus Tabulae anatomicae pour les étudiants. Todo el mundo frecuenta sus disecciones: Vesalio globaliza la anatomía humana.

9) Creó el impulso necesario para el desarrollo ulterior de las cátedras de anatomía.

FOTO 6 Justo Hernández González

Las sombras de Vesalio
Y ¿cuáles son los aspectos negativos?
1) Nos ha engañado varias veces: ha dicho siempre que es necesario hacer sólo disecciones humanas, pero el continuó haciendo disecciones animales, de manera que mezcló en sus dibujos anatómicos formaciones anatómicas animales (cuadrúpedos) con las humanas. Esos errores se pueden advertir con facilidad si uno no está hechizado por la belleza de las láminas.

2) Su galenismo le impidió darse cuenta de que la sangre no podía pasar por el tabique interventricular ya que éste era demasiado grueso y espeso, y además, carecía de agujeros, orificios o poros.

Un experimento moderno
Pero quizá, la gran aportación de Vesalio no sea puramente o estrictamente anatómica. Hizo un experimento moderno: la primera ventilación mecánica de la historia. Al final de la Fabrica escribe: la vida puede restaurarse en un animal, haciendo un agujero en la tráquea, colocando un tubo de caña, e insuflando para que los pulmones se hinchen de nuevo y tomen aire (p. 658). Hay que tener en cuenta que el experimento clásico observa la naturaleza pero el moderno la transforma.

FOTO 7 Manuel Solórzano Sánchez y María Jesús Bello Hernández

La siguiente ponencia corrió a cargo del enfermero Manuel Solórzano Sánchez del Hospital Universitario Donostia de San Sebastián y Miembro de la Red Iberoamericana de Historia, titulada “La Historia de la Enfermería en Imágenes”. Estuve acompañado en todo momento por María Jesús Bello Hernández.

Nos habló de los comienzos de la Enfermería: Civilización antigua, Grecia, Época cristiana, enfermeras monásticas, el desarrollo científico de la cultura árabe, Edad Media, Órdenes militares, mendicantes y religiosas. Los barberos y sus remedios, el mal de San Antón, la bacía y la peste de 1549, vestimentas y otros artilugios del curar, las bateleras, formación de batallones y sus practicantes o sangradores, Florence, San Juan de Dios, la creación de la Cruz Roja, Alexis Soyer, Mary Seacole, Rosa Baar. Guerra de Secesión americana 1861 – 1865. Hijas de la Caridad. Presentación de multitud de trajes de enfermería de los siglos XIX y XX. Enfermeras a domicilio. La Formación Regia de las enfermeras españolas. La mujer enfermera y canaria. Enfermeras conductoras de ambulancia, enfermeras pilotos, las enfermeras en las guerras: Primera Guerra Mundial, Guerra Civil Española y Segunda Guerra Mundial. Las Siervas de María y la creación de los 100 años del título de la enfermera profesional en España, años 1915 – 2015. Casas reales y aristocracia, formadas como enfermeras. Margaritas y enfermeras de falange. Los practicantes de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. E historia de la Enfermería militar para terminar con magníficas fotografías de la época de su colección privada.

La siguiente ponencia titulada “Las representaciones protectoras de la salud de los canarios en la plástica del Archipiélago” impartida por la Doctora y Profesora Ana María Díaz Pérez. Catedrática de Historia IES. Académica correspondiente de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. Excelente exposición en su conferencia.

A lo largo de los siglos el Archipiélago Canario hubo de soportar distintas calamidades, tales como plagas de langosta, sequías, con las consecuentes hambrunas, y erupciones volcánicas, pero en esta ocasión nos centraremos en las enfermedades epidémicas, sin olvidar las carentes de epidemicidad, siendo los puertos los puntos receptivos de las primeras. Las islas más afectadas fueron las de mayor tráfico comercial, Tenerife y Gran Canarias, seguidas de La Palma, Fuerteventura y Lanzarote.

FOTO 8 Ana María Díaz Pérez

Es por ello, que partiremos del ámbito de la medicina en el que se produjeron estas temibles patologías contagiosas, sirvan de ejemplo las que irrumpieron con más frecuencia y diezmaron la población: en primer lugar, la peste bubónica o peste de landres (siglos XV-XVII), en las dos centurias siguientes (XVIII-XIX) la viruela y la fiebre amarilla, y, por último, a finales del Ochocientos, el cólera morbo-asiático.

Pero la ciencia médica estaba estancada y no ofrecía los remedios curativos deseados, por consiguiente, a los isleños no les quedaba otra alternativa que la de recurrir a la religión, contexto del que arranca la proliferación de obras de arte que representan a distintos taumaturgos protectores de las aterradoras dolencias, con el fin de que protegiesen a los canarios, en general, y sanasen a los afectados, en particular, de ese modo, se multiplican las pinturas y esculturas de San Sebastián, San Roque y San Lázaro, éste último bienaventurado es a la vez abogado de los lazarinos o leprosos, además, en el caso de esas patologías no contagiosas, tales como las que dañaban los ojos, senos, garganta y huesos, el Archipiélago cuenta con figuraciones de Santa Lucia, Santa Águeda, San Blas y San Amaro, respectivamente.

Todo este conjunto de representaciones de defensores de los diferentes males configuran un rico patrimonio plástico que, partiendo de la  historia de la medicina, nos introduce en las iglesias, ermitas, etc… de nuestro territorio insular, para concluir con las descripciones iconográficas y las explicaciones iconológicas de varios modelos de estos santos sanadores.

La siguiente conferencia titulada “Primeros Frutos del Seminario Canario Permanente de Historia de la Enfermería” y presentada por Laura Rodríguez Frías, corrió a cargo de José Antonio Martínez Fuentes y Noelia Ruiz Flores, Miembros del Seminario Canario Permanente de Historia de la Enfermería titulada “Cuidados y cuidadores en la Baja Edad Media”. Magnífica exposición.

FOTO 9 Laura Rodríguez Frías, José Antonio Martínez Fuentes y María Jesús Bello Hernández

Hemos tratado de identificar, integrar y relacionar el concepto de salud, enfermedad, cuidados y cuidadores desde una perspectiva histórica, para que de algún modo nos ayude a comprender la evolución del cuidado de la Enfermería en esta época.

La Baja Edad Media abarca el período correspondiente entre los siglos XI y XV. La enfermería vivió la influencia del resurgir del fervor religioso y el aumento de las peregrinaciones a Tierra Santa. Las condiciones de hacinamiento en las que se vivía y el aumento de la propagación de las enfermedades crearon la necesidad de establecer nuevos tipos de órdenes para el cuidado de los enfermos. Volvió la enfermería que salía de las instituciones y que regresaba de nuevo a los domicilios. Las personas atraídas por la enfermería seguían procediendo de niveles intelectuales y sociales elevados.

Concepto de Salud y Enfermedad
En la Edad Media, debido a hechos históricos como las cruzadas, la dominación religiosa y  la enseñanza escolástica, se revalorizaron las concepciones místicas de la salud y la enfermedad. La salud era considerada por muchos una gracia (regalo) de Dios que se concedía a través de la fe y buenas obras del creyente. De la misma forma, la enfermedad era entendida como un castigo divino cuya causa primera era un mal espiritual. Se consideraba que la enfermedad era un reflejo en el cuerpo de un mal espiritual y, por tanto, sólo Dios podía curar si el creyente demostraba su fe y virtud. En definitiva, para sanar el cuerpo era necesario sanar antes el espíritu. La curación en estos casos estará encomendada a los sacerdotes primero y a los religiosos y religiosas después que mediante la “imposición de manos” y las “oraciones”, serán los que intercedan ante Dios para conseguir la salvación, tanto del cuerpo como del alma. Hay un descenso de enfermedades a partir del siglo IX hasta el XIII coincidiendo con un crecimiento de la población y la ausencia de guerras. Es en el siglo XIV cuando comienzan a resurgir epidemias de peste debido a la falta de higiene.

FOTO 10 Barbero - sangrador

Los barberos
Otra notable figura atendiendo a la salud era la de los barberos. Con sus mulas o asnos cargados con los bártulos y herramientas quirúrgicas, recorrían los caminos polvorientos buscando clientes, o bien abrían talleres donde poder atenderles. El taller del barbero formaba parte del paisaje cotidiano indispensable de villas y ciudades, y era uno de los lugares de sociabilidad masculina. Era rápidamente identificable por el uso de una cortina especial y de una publicidad que consistía en la presentación de botellas llenas de sangre en las ventanas. Era común encontrar entre el mobiliario y los instrumentos habituales las sillas especiales de barbería, bacines para el agua, toallas, navajas de afeitar, peines, tijeras y espejos, así como el delantal (mandil) del barbero, libros de cirugía y medicina, además de juegos y otros elementos destinados a la distracción de los clientes que esperaban su turno. Se encontraba en los bajos de la casa en cuyo primer piso habitaba la familia e incluso en muchas ocasiones también los aprendices.

Colocaban emplastos y curas, también practicaban sangrías o flebotomías, ya que se creía que la mayoría de las enfermedades humanas eran el resultado de exceso del líquido en el cuerpo (llamado humor). La curación quitaba exceso de líquido sacando grandes cantidades de sangre del cuerpo o la derivaba de un órgano a otro. Las indicaciones de la flebotomía eran muy complicadas, pues incluían no solo el sitio y la técnica sino también condiciones astrológicas favorables (mes, día y hora), número de sangrados y cantidad de sangre obtenida en cada operación, que a su vez dependían del temperamento y la edad del paciente, la estación del año, la localización geográfica, etc. Uno de los métodos principales de la sangría era el uso de sanguijuelas y otro, por medio de un corte en el brazo o “venesección”. El maestro sangrador supervisaba el trabajo del barbero y aplicaba ventosas, daba masajes, reducía dislocaciones.

La Mesa Redonda titulada “Rol de las féminas en la Historia de las Ciencias de la Salud”, siendo moderadora la Dra. y Profesora Amparo Gómez Rodríguez, comenzó con la ponencia titulada “Madame Curie, Copérnico del universo atómico” impartida por el Dr. y Profesor Francisco Toledo Trujillo de la Universidad de La Laguna. Académico Numerario de la Real de Medicina de Santa Cruz de Tenerife.

Realizó una magnífica exposición sobre la vida de Madame Curie, desde su nacimiento hasta su muerte, hacemos un pequeño resumen de su semblanza. Antes de estallar la guerra, más de un tercio de la población de Varsovia era judía, aunque apenas queden rastros de esta herencia en la actualidad, ya que al final de la guerra la próspera comunidad judía había sido casi exterminada.

En abril de 1894 Marie, como ya se hacía llamar, conoció a Pierre Curie, era el hijo de un médico humanista y librepensador. Pierre había estudiado física en la Sorbona. Pierre fue nombrado jefe de laboratorio de la Sorbona, institución en la que seguía trabajando cuando conoció a Marie. Finalmente se casaron. Luego el viaje de novios, consistió en un viaje en bicicleta por la campiña francesa y que duró casi un mes.

Tras el nacimiento de su primera hija, Marie Curie se propuso realizar una tesis doctoral, hecho insólito por aquel entonces tratándose de una mujer. El descubrimiento por Roentgen de los rayos X en 1895 y la observación realizada en 1896 por Henri Becquerel de que las sales de uranio, aun protegidas de la luz, emitían rayos que, como los rayos X, penetraban la materia, la decidieron a investigar en su tesis la procedencia de aquella energía  del compuesto de uranio. Marie extendió sus investigaciones a la pecblenda encontrándose con que eran más activas que el uranio.

FOTO 11 Francisco Javier Castro, Francisco Toledo, José Delgado, Ana María Díaz, Manuel Toledo, Manuel Solórzano y Moisés Soler

De ello dedujo la existencia en esos minerales de otra sustancia nueva, responsable de esa mayor actividad. Con la ayuda de su marido, Marie Curie procedió a tratar químicamente la pecblenda hasta obtener un producto que resultó trescientas treinta veces más activo que el uranio: el matrimonio comunicó sus resultados a la Academia de las Ciencias. Reporta el descubrimiento de un nuevo elemento radioactivo que llama polonio, en honor al país de origen. Utiliza por vez primera el término «radiactivo» para describir el comportamiento de sustancias como el uranio. Pero las investigaciones subsiguientes les hicieron pensar en la existencia todavía de otro elemento nuevo en la pecblenda; la existencia del elemento que llamaron “radio”.

El 5 de noviembre de 1906 dio su clase inaugural en la Sorbona: por primera vez en la historia de la vieja institución una mujer ocupaba la tribuna. El anfiteatro estaba repleto y la audiencia incluía no sólo estudiantes sino también periodistas, profesores, artistas y políticos, y hasta público en general. Marie dio su clase, continuando justo en el punto donde Pierre había lo dejado y sin mencionar la tragedia.

¿Sabes lo que me dolió de verdad? Cuando en 1910 solicité el ingreso en la Academia Francesa de Ciencias, a la que perteneció tu padre, y me fue denegado por un voto. Más tarde supe que en las votaciones se dijo: Las mujeres no pueden entrar en la academia. Después en 1910, Madame Curie recibe el premio Nobel de Química y publica el Tratado sobre la radiactividad.

FOTO 12 Manuel Toledo Trujillo, Amparo Gómez Rodríguez y Francisco Toledo Trujillo

La Gran Guerra 1914
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Este enfrentamiento se desató con extrema ferocidad y sorprendió a la sanidad militar francesa sin una sección de radiología. Trabajó como enfermera voluntaria. Curie conocía bien la técnica e impulsa la instalación en los hospitales militares de salas de Rayos X pero cree que es necesario acercar esos equipos al frente y así nació la idea de las que serían conocidas comopetite curies”. Se convirtió en el director del Servicio de radiología de la Cruz Roja y María instala doscientas veinte salas de radiología. La cifra de heridos examinados pasa del millón. Adiestra a cientos de operarios para manejar las numerosas unidades radiológicas que instaló en pleno frente de combate.

Comienza el triste desfile. El cirujano se encierra con la señora Curie en la sala. Unas tras otras, van llegando las camillas con los heridos. El paciente es colocado en la mesa de radiología. Los huesos y los órganos muestran sus siluetas precisas, y entre ellos aparece un fragmento opaco: la bala o el trocito de obús. A veces la operación se hace inmediatamente “bajo los rayos” mismos, y se puede seguir, sobre la pantalla radioscópica, la imagen de sus pinzas avanzando en la herida y contorneando los obstáculos del esqueleto para obtener el trozo de la metralla.

Con fondos de la Unión de Mujeres de Francia, equipó también “vehículos radiológicos” que consistían en automóviles comunes equipados con un aparato de rayos y una dínamo que, con el motor del coche, proveía de la corriente eléctrica necesaria. Estos coches, conocidos en la zona de guerra con el nombre de “pequeños Curie”. De los veinte coches que pone en circulación, se queda con uno para su uso personal. Es un Renault chato, con la carrocería de un camión de reparto.

FOTO 13 Ambulancias y “Petites Curies”. Fotos Francisco Toledo

¿No está disponible el chófer? María monta en el coche y lo conduce ella misma por las lamentables carreteras de entonces. Come no importa cómo, y duerme no importa dónde; en una pequeña habitación de enfermera, ya, al aire libre, bajo una tienda de campaña. Se ha convertido, ahora, en un soldado de la Gran Guerra. Los rayos X no tuvieron más que una utilización limitada hasta la época de la guerra.

Le siguió el Dr. y Profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Francisco Javier Castro Molina, su ponencia titulada “La Enfermera y la Gran Guerra”. Como siempre excelente su exposición, da gusto oírlo.

Nos decía que entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Esta contienda bélica, la «Gran Guerra», fue motivado por conflictos imperialistas entre las potencias europeas e implicó a la población tanto de los estados contendientes como a sus colonias. Es en este momento cuando la mujer, considerada hasta la fecha como ciudadana de segunda clase, comienza a experimentar cambios en su posición social motivados por el desarrollo de la guerra. Esta se materializó en el reconocimiento de su derecho a votar y a la posesión de propiedades.

Las calamidades lograron que la vida fuera insoportable en cualquier lugar del territorio europeo, a las que las mujeres se enfrentaron con un asombroso coraje heroico. Mientras los hombres luchaban en el frente, las féminas comenzaron a trabajar en la retaguardia, no solo labrando la tierra o fabricando armas, sino cuidando a los numerosos heridos producto de la sinrazón humana.

FOTO 14 Francisco Javier Castro Molina

La mujer, cuidadora informal desde los orígenes de los tiempos, formalizó esta actividad en los centros sanitarios que ya desde mediados del siglo XIX la británica Florence Nightingale había profesionalizado. Muchos fueron los nombres de las enfermeras que dignificaron la profesión de las cuidadoras, pero de ellas destacó la inglesa Edith Cavell quien desempeñó su función de caridad con humanidad en Bélgica forjando así la identidad de las cuidadoras profesionales. Magnífica como todas las conferencias a que nos tiene acostumbrado. Enhorabuena.

Le siguió con su ponencia titulada “Mujer y medicina: una injusticia secular” impartida por el Dr. y Profesor Manuel Toledo Trujillo de la Universidad de La Laguna. Académico Numerario de la Real de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. Como todos los ponentes anteriores, magnífica su exposición y su oratoria.

Nos contaba que a través de la evolución de la humanidad y en desarrollo de las ciencias, la mujer  ha sido injustamente excluida de la práctica científica y, en particular, de cualquier actividad médica al margen de los partos y algunos aspectos ginecológicos por necesidades incontestables.

Esta es una sinrazón difícil de entender ya que al estudiar el hecho con mayor detenimiento, llama poderosamente la atención su participación notoria y fundamental, en cualquiera que sea el campo de desarrollo de la cultura. Ello nos empuja a intentar una justa recuperación de la memoria auténtica en lo que se refiere al concepto mujer y medicina, intentando escribir una nueva historia, que ponga de relieve que, no sólo fueron los hombres los poseedores del conocimiento ni los privilegiados que fundaron la razón y la tekhne.

FOTO 15 Ana María Díaz, Francisco Toledo y Manuel Solórzano

Queremos hallar razones que hagan evidentes las causas que excluyeron al género femenino de toda vida social, cultural, política, y académica a través de la evolución de la civilización y que haya catalogado al hombre como sujeto impar, pensante y racional cuando, en realidad y más por el contrario, destaque que han sido sus irracionales y milenarias determinaciones avaladas por una sociedad humana misógina y sexista, en que kratos dependió invariablemente de la masculinidad.

En lo que a la Medicina se refiere, la ocultación o desconsideración de la aportación de la mujer al tratamiento de las enfermedades humanas, desde la concepción mágico-religiosa del arte de curar, hasta su constitución como ciencia, se presenta como un deshonroso ejemplo de sinrazón y de lucha injusta.

No parece fácil rebuscar en un pasado que se ha procurado inexistente, pero cuando estudiamos con detenimiento, y a la distancia apropiada, el universo de la historia, los casos de talentos femeninos que fueron despreciados o dados de lado, surgen como estrellas fugaces cuyas trayectorias, cruzan los mismos cielos que ocupan, por masculinidad, los astros de los hombres.

Las mujeres y la profesión médica en la actualidad
En las últimas décadas estamos asistiendo a una explosiva participación femenina en la carrera médica. Hay carreras universitarias donde la proporción de estudiantes mujeres es muy alta. En enfermería, son más del 95 %; en obstetricia, constituyen el 100 %; en farmacia, más del 90 %; en odontología, más del 60 %.

En  cuanto a los estudios de medicina en el cambio ha sido radical. Cuando termine mis estudios de medicina en Madrid en 1961 el alumnado femenino se encontraba en franca minoría pues sólo lo componían cinco bellas condiscípulas entre mil varones. Desde aquella mínima representación femenina de mis años de estudiante se ha pasado a una cifra de más del 86 % del alumnado femenino en nuestras Facultades de Medicina.

Un dato definitivo: en la pirámide de población de los médicos menores de 30 años el porcentaje de mujeres duplica al de hombres. Estamos, afortunadamente, en sus manos (las dos terceras partes de los sobresalientes en las Facultades de Medicina de España en el conjunto de las asignaturas lo acaparan ellas). Este reparto actual en la carrera médica a su favor, se produce -con lo que el mérito aumenta- a pesar de la penalización que supone la maternidad, teniendo en cuenta sobre todo que la mujer médico no frena su carrera por causa de esta, en todo caso es la maternidad la que frena su carrera. El ejercicio de la medicina cada vez más tiene rostro femenino. “'Seguro que pronto habrá más mujeres al frente de los colegios y otros altos cargos. Ya hemos tenido varias ministras colegas”.

FOTO 16 Francisco Javier Castro Molina, María José Castañeda Cruz José Ángel Rodríguez Gómez

En la clausura del encuentro estuvieron presentes la concejala de Turismo del Ayuntamiento de La Laguna, María José Castañeda Cruz, el Presidente del Colegio Oficial de Enfermeros de esta provincia, Profesor y Dr. José Ángel Rodríguez Gómez, y el Profesor y Dr. Francisco Javier Castro Molina, Presidente de este II Foro.

CONCLUSIONES:
Dos son las ideas fundamentales con las que se concluye el Foro: el necesario apoyo que desde las autoridades debe prestarse a la investigación en esta materia para lograr un desarrollo en profundidad, y la rampante fragmentación de la historia de las Ciencias de la Salud que se escribe, carente de una continuidad que facilite a todo aquel que se acerca un mensaje consolidado y conexo sobre la historia sanitaria.

Agradecer a todos y todas las personas por su aportación y organización para que todo resultase perfectamente bien. Y dar las gracias al Comité Organizador por este II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la Salud. Son: Francisco Javier Castro Molina; Montserrat González Luis; María Jesús Bello Hernández; Natalia Rodríguez Novo; José Antonio Martínez Fuentes; Noelia Ruiz Flores; Jesús Manuel Quintero Febles y Sara Darias Curvo. Entre los asistentes estaban compañeros de otras jornadas como Olga Perera Pérez y Jerónimo González Yañez.

BIBLIOGRAFÍA

La ciudad de los Adelantados acogió el II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la Salud


La Laguna acogió el II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la Salud


AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)

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